martes, 7 de mayo de 2019

Ni hablar

Nada que decir, nada que justificar. El Liverpool desapareció al Barcelona y mereció el resultado. Messi no existió; Jordi Alba estuvo fatal; Coutinho..., en el intrascendente papel de Coutinho; ni siquiera Ter Stegen pudo salvarnos. Equipazo el de los Reds de Jürgen Klopp y gran lección de futbol. Y qué decir de ese público: conmovedor hasta las lágrimas. Ni siquiera me siento triste ante tal demostración. Al contrario. Ojalá mañana gane el Ajax, puede ser una final de ensueño.

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