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López y Lomelí, dos tipos de cuidado. |
Celebran mucho en el gobierno y llueven las felicitaciones a Irma
Eréndira Sandoval (hasta su maridito la ensalzó) por la renuncia del
superdelegado en Jalisco, Carlos Lomelí, cuando el impresentable tipo se
fue porque un organismo independiente –y no la Secretaría de Función
Pública– dio a conocer sus triquiñuelas. Dice la señora de Ackerman que
en el gobierno no se tolerarán los conflictos de interés (ajá). No
obstante, Lomelí continuará libre y los contratos que tiene con el
gobierno seguirán adelante y le reportarán millones de pesos. No sólo
eso: en su lugar, como superdelegado, se quedará... su abogado. Viva la
corrupción, cuando es de la 4T.
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