Se
dice que Diógenes predicó aquello de 'rico soy porque poco necesito y
eso poco, lo necesito poco' y que, a la invitación que le hizo Alejandro
Magno de pedirle lo que quisiera, él respondió: 'que te hagas a un lado
y no me tapes el sol'. Ser cínico significa, desde un punto de vista
filosófico, seguir las enseñanzas de Diógenes. Quizá fue el escritor
estadounidense Ambrose Bierce el más lúcido continuador de esta
filosofía cuando anotó: 'El cinismo es una enfermedad de la vista que
consiste en ver las cosas como son y no como deberían ser' (o 'y no como
nosotros quisiéramos que fuesen', anotaría yo). Desde hace tiempo
intento aplicar ese principio para analizar lo que sucede en México y en
el mundo: tratar de ver las cosas tal como son y no como a mí o a otros
nos gustaría que fueran.
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