lunes, 17 de diciembre de 2007

Para desconstruir a Harry


Varios días sin ver a P y hoy volvimos a estar juntos. Todo tranquilo, aunque no sé si hubo un cambio en la atmósfera habitual. Fue menos tiempo que de costumbre, tan sólo unas tres horas, lapso suficiente para reanudar el ciclo de Woody Allen y ver "Deconstructing Harry" (1997, que no es “Deconstruyendo” sino “Desconstruyendo a Harry” o si eliminamos el gerundio: “Para desconstruir a Harry”; bueno, en México le pusieron el estúpido título de “Los enredos de Harry”, ¡ja!). Hay muchos detalles en la peli que no recordaba y que me remitieron a cosas que estoy viviendo, sobre todo en el plano sentimental. Mi existencia hoy es como estar a la vez dentro de un filme de Allen, una pieza teatral de Bernard Shaw y una novela de Dostoievski. P es en sí misma un personaje muy dostoievskiano a decir verdad, una sutil mezcla de ángel y diablesa. Pero fue una delicia ver tan espléndida cinta al lado suyo. Por la noche, sesión de numerología tremendamente reveladora.

No hay comentarios.: