miércoles, 6 de agosto de 2014

Calles de fuego

"Una fabula rocanrolera... en otro tiempo, en otro lugar". De este modo se autodefine esta legendaria película (de culto, les dicen) del enorme Walter Hill, uno de mis directores favoritos, junto con otros como John Landis o Jonathan Demme, a quienes a mi modo de ver no se les ha dado el crédito que se merecen (incluso algunos los llaman "artesanos").
  Streets of Fire (1984) es un thriller futurista y apocalíptico, un poco en la línea del Blade Runner de Riddley Scott pero con un toque pop que le da un color muy especial y menos ominoso. Yo la vi originalmente cuando se estrenó en México y luego la tuve en cassette de formato Beta y es hasta ahora que gracias a Netflix he podido volver a disfrutarla.
  Quizá no se trate de una joya de la cinematografía de todos los tiempos (Hill tiene mejores películas, es un hecho, como The Warriors de 1979, Southern Comfort de 1981, 48 Horas de 1982, Wild Bill de 1995, One Man Standing de 1996 y, por supuesto, la maravillosa y blueserísima Crossroads de 1986). Sin embargo, Calles de fuego conserva su aura mítica y esa estética tan suya de un mañana que parece haberse atorado en los años cincuenta del siglo pasado. La anécdota tiene poco de extraordinario: la cantante de rock Ellen Aim (Diane Lane) es secuestrada por unos motociclistas al mando de Raven Shaddock (Willem Dafoe) y un viejo amor de la estrella, Tom Cody (Michael Pare), hace todo por rescatarla hasta lograrlo, con extrema pero estética violencia, ayudado por McCoy, una ex militar un tanto marimacha interpretada por Amy Madigan. Todo dentro de una ciudad contaminada y oscura, llena de delincuentes, policías corruptos y adolescentes ñoños. Aparece también el conocido actor de comedia Rick Moranis (el papá de Querida, encogí a los niños), como el ridículo y presuntuoso manager de Ellen.
  Me dio gusto volver a ver esta cinta (que en su momento fue un fracaso de taquilla) y disfrutar no sólo del estilo de Walter Hill sino de la extraordinaria banda sonora de Ry Cooder, con The Blasters incluidos.

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