Hay regresos discográficos que dan pena ajena. Retornos que buscan recobrar viejas glorias y que lo único que recuperan es la certeza de que no todos los cerros reverdecen. Afortunadamente no es el caso de Depeche Mode y su flamante disco Spirit (Columbia/Sony Music, 2017), uno de los álbumes más finos y poderosos en lo que va del presente año.
Spirit refleja el espíritu de los tiempos que vivimos, estos tiempos de desencanto y decepción, de guerra y violencia, de populismos de izquierda y de derecha; los tiempos de Donald Trump en la Casa Blanca y del Brexit en Gran Bretaña, los tiempos del terrorismo y de la amenaza de un nuevo militarismo como única respuesta.
Esa es la temática de la mayoría de las doce composiciones que conforman el nuevo plato del trío inglés. No es, sin embargo, un disco de consignas fáciles y de frases efectistas. Se trata de una obra altamente crítica y politizada, pero a la vez reflexiva, introspectiva y con un dejo, a pesar de todo, esperanzador.
Martin Gore, David Gahan y Andrew Fletcher quieren hacer patente su enojo ante la situación del mundo y lo expresan con enorme claridad en temas como “Going Backwards”, “Where’s the Revolution”, “The Worst Crime”, “Poorman” y “Scum”. Pero también se dan tiempo para meditar y buscar salidas en el humanismo y el amor, como lo cantan en “Eternal” y en “So Much Love”.
Producido por James Ford (quien ha trabajado con Simian Mobile Disco, Florence + the Machine y los Arctic Monkeys), Spirit consigue un sonido que en mucho recuerda al del propio Depeche Mode en álbumes como Ultra (1997) y Exciter (2001).
Especial atención merece la canción con la que cierra el álbum: “Fail”. Oscura y triste, cantada por Gore, es una meditación al mismo tiempo hermosa y pesimista que pronuncia frases como “Nuestra conciencia está en bancarrota / Estamos jodidos”. En pocas palabras: los humanos hemos fallado.
Un disco de gran fuerza y de una calidad musical impresionante. Un reflejo testimonial de la época.
Uno de los álbumes del año. Seguramente.
(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Diario)
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