Han sido llamados la mejor banda de rock and roll sobre la Tierra. Durante más de cuarenta años su presencia ha estado ahí, siempre presente. Los Rolling Stones son parte inalienable de la música popular del siglo veinte y su influencia sólo es superada por la de los Beatles, con quienes siempre se les comparó hasta el grado de considerárseles “rivales”. Herederos musicales de los grandes intérpretes de blues, rhythm and blues y soul de los Estados Unidos, estos londinenses no sólo ayudaron a reivindicar la música de gente como Willie Dixon, Howlin’ Wolf, Muddy Waters o Jimmy Reed, sino que la adaptaron a un estilo propio y lograron crear un sello característico. Los talentos unidos de Mick Jagger, Keith Richards, Brian Jones, Bill Wyman y Charlie Watts conformaron una sólida agrupación que durante la década de los sesenta dio vida a canciones y álbumes que han trascendido hasta convertirse en iconos de la centuria pasada. Y lo mismo hicieron durante la primera mitad de los setenta, ya sin el malogrado Jones y con Mick Taylor en su lugar, y más tarde en los ochenta y los noventa (con Ron Wood como nuevo integrante), aunque en estos dos últimos decenios –hay que decirlo– con menor genio creativo. Temas como “(I Can’t Get No) Satisfaction”, “The Last Time”, “Street Fighting Man”, “Ruby Tuesday”, “Sympathy for the Devil”, “Jumpin’ Jack Flash”, “She’s a Rainbow”, “Honky Tonk Women”, “Brown Sugar”, “I Got the Blues” o “Angie” y discos como Out of Our Heads, Beggars Banquet, Let It Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main Street significan un legado perenne que ha marcado a varias generaciones. Si en algún momento llegó la decadencia, si Jagger sucumbió ante los oropeles del jet set internacional o Richards ha tenido serios problemas con su adicción a las drogas duras, son cuestiones anecdóticas que no cuentan a la hora de evaluar lo que al final siempre queda: la obra artística, en este caso la música de altísimo nivel y enorme autenticidad que los Rolling Stones regalaron al mundo, es decir, a nosotros. ¿Es sólo rock and roll? Pues sí. Pero cómo nos gusta.
(Prólogo del Especial de La Mosca en la Pared No. 11, dedicado a los Rolling Stones y aparecido en mayo de 2004).
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