Domingo en Tlalpan, a donde fui a visitar a mi mamá e Ivette. Antes pasé un rato a la casa de Rosa, donde estaba su primo Sergio Tovar. Hacía años que no nos veíamos. Me contó que se va a trabajar al consulado de México en Los Ángeles y cuando le conté de mi nueva novela, me pasó los datos de una amiga suya en Guanajuato, para que inviten a presentarla a la Alhóndiga de Granaditas. Ojalá se logre.
Con mi mamá la pasé muy bien y hasta le tomé la foto que engalana este post. Quién diría que tiene 95 años.
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