sábado, 12 de diciembre de 2009

Ayós, Juanito, ayós*


Desde su cuenta de Twitter, Gerardo Fernández Noroña suele despedirse de sus seguidores con un “ayooos, ayooos” que se ha convertido en su sello y en motivo de chacota y burlas entre sus detractores tuiteros. Esa despedida se le puede aplicar hoy, al parecer esta vez de manera definitiva, a ese personaje que durante largas semanas dio la nota y nos proporcionó abundante material para escribir y divertirnos como desde Chente Fox y sus ocurrencias no sucedía.
Hablo, claro, de Rafael Acosta, Juanito, tragicómico y melodramático protagonista de la comedia de enredos iniciada por Andrés Manuel López Obrador, continuada por Clara Brugada y el PRD del Distrito Federal y finalizada abruptamente por Marcelo Ebrard, no sabemos si por iniciativa propia o por exigencias del propio AMLO.
Juanito vivió sus quince minutos (que fueron como quince años) de fama y en ese lapso padeció los embates de sus ex correligionarios, el oportunismo de los arribistas, la manipulación de los panistas, la sorna de los periodistas y la humillación de los amigos del pueblo bueno (cualquier cosa que esto signifique). Con todo, se convirtió en un peligro, mas no para México, sino para los pejistas, quienes terminaron por darle un rotundo jaque mate.
Dicen por ahí que con la renuncia de Juanito como delegado en Iztapalapa, a algunos columnistas se nos acabará un buen tema para llenar nuestros espacios. Sin duda nos hará falta su presencia y todo lo que provocó con ella, pero es claro que con la clase política que tenemos, habrá otros muchos que nos proporcionarán eso que los clásicos llaman diversión y sano esparcimiento.
Al principio mencionaba al gran Noroñas. Me imagino que con la defenestración de Juanito, el diputeibol petista podrá sentirse a sus anchas y recuperar el puesto de Gran Comediante (así, con mayúsculas) de la polaca nacional. Seguro que desde su curul ya estará diciendo: “Ayooos, Juanito, ayooos”.
(¡Nos vemos en el Blanquita!).

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

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