sábado, 10 de abril de 2010
La ciudad de México no existe*
En medio del tráfago informativo de estos días, con el caso de la infortunada niña Paulette en el centro de la atención pública, se cuela una nota que habla sobre un nuevo intento por convertir al Distrito Federal en el estado número treinta y dos de la república mexicana. Vieja reivindicación de la izquierda desde los años setenta, la idea ha sido sistemáticamente rechazada por el establishment político, pero ahí va la propuesta una vez más.
En sus estupendas Perlas japonesas que publicó durante años en diversos diarios y revistas, el añorado Nikito Nipongo (Raúl Prieto Río de la Loza) argumentó muchas veces sobre la inexistencia constitucional de lo que muchos insisten en llamar la Ciudad de México y que a final de cuentas no es sino una entelequia. En efecto, no existe semejante entidad como si existen, en cambio, Jalisco, Veracruz, Chiapas, Michoacán o Sinaloa. Legalmente, aunque el nombre sea feo, lo que hay es un Distrito Federal. Que dentro del mismo pueda estar lo que alguna vez fue la ciudad, es algo cierto pero no del todo medible. Tal vez la Ciudad de México podría ser lo que hoy se conoce como el Centro Histórico. Podrían añadirse quizá delegaciones como Benito Juárez, Miguel Hidalgo y alguna otra. ¿Pero las lejanas Tlahuac, Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan o Magdalena Contreras pueden ser seriamente consideradas como parte de esa urbe? Es como si Monterrey fuera todo Nuevo León o Mérida todo Yucatán.
Si esta vez prospera (que lo dudo mucho) la iniciativa para convertir al DF en estado federativo, la cuestión del nombre que llevará será muy importante, sobre todo porque ya existe un Estado de México y dudo que los llamados mexiquenses (nunca he entendido ese gentilicio) quieran compartir constitucionalmente el apelativo.
El hecho es que la famosa Ciudad de México, como tal, no existe. Lo que hay es ese Distrito Federal inmortalizado por el genio de Chava Flores y del que los defeños finalmente deberíamos sentirnos orgullosos.
Por cierto, hoy es “sábado Distrito Federal” (con música de don Chava). ¡Tan tan!
*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.
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5 comentarios:
Sí que es un nombre horrible el de Distrito Federal. Pero no se me ocurre otro con cuál reemplazarlo. Si esa fuera la intención deberían permitirnos a los capitalinos proponer diferentes nombres, y que nosotros bauticemos a nuestra ciudad, votando en internet.
si, que se llame Chilangolandia.
Oye Hugo, eso de la entelequia. Recuerdo que Fernando Benitez utiliza el concepto para describir la fundación de Veracruz por Hernán Cortes. A mi me parece un poco forzado encajarle el concepto de entelequia a lo que llamamos la ciudad de México. En fin, la palabra es bella, en te le quia.
En la misma Constitución se establece el nombre que tendrá el Distrito Federal, en caso de convertirse en un estado más:
Art. 44.- (...)EN EL CASO DE QUE LOS PODERES FEDERALES SE TRASLADEN A OTRO LUGAR, SE ERIGIRA EN EL ESTADO DEL VALLE DE MEXICO CON LOS LIMITES Y EXTENSION QUE LE ASIGNE EL CONGRESO GENERAL.
También establece, al principio, la afirmación que ustedes hacen sobre la Ciudad de México:
ART. 44.- LA CIUDAD DE MEXICO ES EL DISTRITO FEDERAL.
Eso quiere decir que la Ciudad sí existe, y es reconocida como tal. Al grago de afirmar que son lo mismo una y otra.
Así pues, todo está resuelto y previsto. No hay nada de qué preocuparse.
Si los artículos de antología de García Michel no son de Milenio, voto por un libro, aunque sea una edición modesta..
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