Desde hace muchos años, amo la obra cinematográfica de Clint Eastwood. Me parece un realizador espléndido, inteligentísimo, de una finura excepcional. Creo que el suyo entra en definitiva dentro de lo que suele llamarse cine de autor. Películas como Bird (1988), Unforgiven (1992), Mystic River (2003), Gran Torino (2008) y muchas más así lo confirman.
Acabo de ver Hereafter, dirigida por Eastwood en 2010, y me pareció una pequeña y brillante joya. Tal vez un poco inusual dentro de la temática del realizador de A Perfect World (1993) y True Crime (1999), se trata de una reflexión acerca de lo que hay más allá de la muerte. Impecable en su realización, con actuaciones memorables (entre los actores protagonistas están Matt Demon y Cécile de France), la cinta resulta conmovedora y nos lleva a pensar sobre la fragilidad de la vida y la presencia de la muerte y lo hace de una manera sutil y elegante, sin estridencias (y eso que la escena inicial del tsunami es tan espectacular como escalofriante). Me pareció estupenda y como todo lo que hace el gran Eastwood, más que recomendable.
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