No conocía esta que es la segunda película del gran Wes Anderson (The Royal Tanenbauns, 2001; The Darjeeling Limited, 2007; Fantastic Mr. Fox, 2009 et al). Filmada en 1998, narra la historia de un excéntrico y precoz estudiante de quince años (Max Fisher, interpretado por un muy joven Jason Schwartzman) que en la secundaria de Rushmore trata de abarcar cualquier cantidad de actividades extracurriculares mientras descuida los estudios. El tipo brilla en los más diversos ámbitos a la vez que reprueba todas las materias. Siempre en riesgo de ser expulsado por el director del colegio, quien sin embargo lo aprecia, se hace amigo y luego rival de un extraño industrial (genialmente protagonizado por Bill Murray) y ambos pelean por el amor de la bella profesora de un jardín de niños (encarmada por la actriz británica Olivia Williams).
La historia principal está aderezada con una gran cantidad de subtramas y ese humor agridulce tan característico de Anderson. La fotografía ya tiene ese colorido brillante y hasta un tanto irreal del resto de las cintas del realizador y la música, como siempre en su cine, está perfectamente elegida (incluir esa antigua y casi olvidada pieza de los Kinks que es "Nothin' in the World Can Stop Me Worryin' Bout That Girl" resulta un enorme acierto).
Un filme estupendo, cálido, conmovedor, divertido. Un gran hallazgo.
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