lunes, 28 de mayo de 2012

Dos fragmentos poéticos de Bonifaz Nuño

Tengo una debilidad por la poesía amorosa de Rubén Bonifaz Nuño. He aquí dos fragmentos de su largo poema de 1958  "El manto y la corona":


Porque tú lo mandaste al despedirnos,
porque soy cosa tuya, he procurado
no sufrir. He querido que no sientas
ningún dolor por causa mía
en este dedo chico de tu mano
que es hoy mi corazón. Porque te quiero
te digo: “No he sufrido”.

Dejo ya de escribirte
para seguir pensando en ti. Comienzo
a tratarte de “usted” en mi memoria.
Usted no me ha olvidado;
Yo la estoy esperando. Usted lo sabe.


[...]

Cuando me he despedido
de ti, después de un día de tenerte,
y camino de gusto por las calles,
ay, cómo compadezco
a los que tú no amas, que no saben.
Y me dan ganas de abrazarlos
a todos, de gritarles que la vida
es buena; que tú vives, que debemos
obligatoriamente ser felices.
O de echarme en el suelo boca arriba
con los ojos cerrados,
y cuando alguno llegue a preguntarme
si algo me pasa, contestar: “Es sólo
que soy feliz porque la quiero.”

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