Hoy se llevó a cabo la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y la vi completita, dado que desde el viernes tengo un malestar estomacal y este domingo pude quedarme en cama para recuperarme. Fue una fiesta llena de color, plástica y emociones. Una fiesta musical. Música británica. Rock y pop sobre todo. El festejo resultó muy emotivo, con momentos por demás conmovedores, como cuando se rindió homenaje a John Lennon y a Freddie Mercury, mas para mí nada como cuando Ray Davies, el gran jefe kink, apareció para cantar "Waterloo Sunset" o cuando The Who cerró con fuerza explosiva (con "Baba O'Riley", "We're Not Gonna Take It" y "My Generation"). Ahí estaban Pete Townshend y Roger Daltrey, apoyados por musicazos como Chris Stainton en los teclados y el hijo de Ringo Starr en la batería. El martes abundaré más sobre todo esto en mi columna musical "Gajes del Orificio" de Milenio Diario.
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