sábado, 25 de junio de 2016

“Estoy con los maestros”

Para Héctor de Mauléon, con afectuosa solidaridad.

¡Ah, el mundo de las frases hechas y las generalizaciones arbitrarias! Tan cómodo y conveniente para mostrarse militante, comprometido y con una political correctness fuera de toda sospecha.
  En las redes sociales han comenzado a pulular unos letreritos muy monos y bastante maniqueos que uno puede adoptar para mostrar su apoyo a la sección 22 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación. “Soy artista y estoy con los maestros”, “Soy médico y estoy con los maestros”, “Soy periodista y estoy con los maestros” y así, cursimente ad nauseam.
  Hablo de generalizaciones arbitrarias y de un reduccionismo en extremo simplista, porque nada más absurdo que convertir a los integrantes de la CNTE en “los maestros”, como si dicha coordinadora representara a la totalidad de los docentes del país y no a un grupo disidente que abarca apenas al 9 por ciento del total del magisterio nacional y sólo tiene presencia importante en cuatro estados de los 32 que conforman a la república mexicana; como si la CNTE estuviera buscando el bien de la educación en México y no el conservar los privilegios económicos que tenía; como si la CNTE fuese un grupo impoluto y no un organismo de presión que ha optado cada vez más por la violencia; como si la CNTE fuese un bloque democrático y no se hubiese dejado penetrar por una buena (o mala) cantidad de grupúsculos radicales que en sus sueños guajiros siguen proclamando la lucha armada en pos de un socialismo maoísta digno de Sendero Luminoso; como si la CNTE se preocupara por los niños de los estados del sur, que son los de menor nivel educativo, y no por seguir cobrando sus quincenas sin acudir a dar clases y por continuar heredando las plazas y comerciando con ellas.
  Decir “estoy con los maestros” es una forma superficial de negarse a entender el fondo del conflicto, de tranquilizar la buena conciencia, de salirse por la tangente y salvar la corrección política desde la compu, la laptop o el celular. Es una frase hueca que en su vaguedad termina por significar nada.

(Publicado hoy en mi columna ·Cámara húngara" de Milenio Diario)

1 comentario:

Ilich dijo...

Curiosamente usted también cae en una falacia Secundum quid , generaliza , las protestas no solo son del CNTE si no también del SNTE y personas que también no se identifican con estos grupos pero creen sin duda que sus derechos laborales están siendo afectados.