Parece mentira que luego de un disco tan informe como el de su debut como solista, apenas cuatro meses después Neil Young fuera capaz de grabar su segunda obra y que lo hiciera de manera tan espléndida.
Everybody Knows This Is Nowhere (1969) es un disco poderoso y definitivo. La primera colaboración del canadiense con quienes constituirían la formación inicial de Crazy Horse –Danny Whitten en la guitarra, Billy Talbot en el bajo y Ralph Molina en la batería– dio como resultado un trabajo de conjunto verdaderamente impresionante. Ya en un álbum tan temprano como éste aparecen grandes composiciones clásicas de Young como “Cinnamon Girl”, “Cowgirl in the Sand” y la épica y genial “Down by the River”.
A pesar de dos cortes cercanos al folk, el resto del material (incluidas las tres piezas mencionadas) se inscribe mucho más en el rock y, más en específico, en un rock fuerte y sin concesiones, con una gran carga, al mismo tiempo, de sarcasmo y drama. Las improvisaciones guitarrísticas del grupo son otro sello de la casa que aquí reluce a plenitud y en ocasiones llegan a ser verdaderos jams.
Everybody Knows This Is Nowhere es un disco fundacional, ya que marcó lo que habría de ser el estilo musical y letrístico, guitarrístico y vocal de Young a lo largo de su carrera.
(Reseña que escribí originalmente para el "Especial" No. 35 de La Mosca en la Pared, publicado en noviembre de 2006)
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