viernes, 20 de julio de 2007

Jueves musical y viernes también


El de ayer fue un jueves signado por la música. Primero, de doce a tres, Los Pechos tuvimos ensayo. Sólo faltaron Giuliana (tuvo llamado en la telenovela de Canal 13 en la cual actúa) y Rafa Herrera (a quien vería por la tarde). Leyla, Mauricio, Demex y yo trabajamos más en las nuevas canciones. Van quedando listas para su estreno en la tocada del 2 de agosto en el Ruta 61. De cuatro a siete estuve con Rafael en el estudio de grabación del DIM, con el maestro José Luis Domínguez, para regrabar los bajos de cinco temas del disco. Dispuestos para la premezcla quedaron “El tigre de la rifa” (bueno, aún le faltan las voces), “No sé tú”, “Yo soy una mujer”, “Me iré a casa temprano” y “Todo para qué”. ¿Qué puedo decir de la forma de tocar del buen Rafa? Sencillamente extraordinaria. Las canciones quedaron mucho más sólidas y finas con su aporte. Al salir del DIM, lo acompañé a pie a dejar su bajo a la casa del baterista Mike Portillo, en la calle de Fernández Leal, en Coyoacán. Mike estaba dando una clase de batería a un alumno y la interrumpió para echarse una improvisación de casi diez minutos con Rafa. Fue una cosa estupenda por parte de estos dos grandísimos músicos. Un jam prodigioso que sólo atestiguamos –vaya privilegio- el alumno de Mike Portillo y yo. De ahí me fui con el mismo Rafa a comer comida china a un restaurante muy bueno que está en Miguel Ángel de Quevedo y la calle América y luego tomamos un taxi. Él se quedó en Insurgentes y Río Mixcoac y yo llegúe aquí pasadas las nueve de la noche, apenas con tiempo para medio arreglarme y lanzarme al Ruta 61, donde se presentaría LabA, el proyecto de Alonso Arreola con su hermano Chema, Alex Otaola y Jerry Rosado. Quise llegar a las diez para –según yo- apartar una mesa y aguardar el arribo de P, quien llegaría media hora después. Vaya sorpresa: el lugar estaba hasta el tope, como pocas veces, y no había una sola mesa libre. Saludé a los Arreola y a Otaola, también a mi preciosa amiga María Emilia (quien me confirmó que tocará con nosotros el 2 de agosto) y a algunas otras personas. Luego llegaron –cada quién por su lado- cuates míos como Vero Maza, Fernando Rivera, Jaime López y Juan Pablo Villa. Como estaba el sitio tan repleto (ni siquiera pude pedir una cerveza), me situé casi en la entrada (pude agenciarme una silla alta) para esperar a P. El concierto empezó a las diez y cuarto y duró poco más de una hora, tiempo en el cual P nunca llegó. Se me hizo raro, porque jamás me deja plantado y me preocupé por ella. La música estuvo increíble, alucinante. Tocaron todo el disco de Alonso y un par de temas del ya próximo disco de Otaola. Es una propuesta indefinible, como mezclar free jazz con rock progresivo y algunas dosis de King Crimson, Frank Zappa y Primus. Un grupo (de algún modo era La Barranca sin José Manuel Aguilera, de quien al parecer los tres músicos se distanciaron) muy por encima de cualquier otro en la escena actual, dada su propuesta ultra vanguardista que de pronto –vaya paradoja- me hizo sentir en una película con ambiente beatnik y experimental de principios de los sesenta (en blanco y negro, por supuesto, y de preferencia dirigida por Jean-Luc Godard). Al final, me quedé a platicar y a tomarme una cerveza (al menos) con Verónica, Fernando y Eduardo Serrano, el dueño del Ruta. Vero me dio un aventón a la casa como a las dos de la mañana. Ya hoy viernes, estuve a las diez y media en El Péndulo de la Zona Rosa para desayunar con el cantautor Jaime Ades y con Fernando Rivera, quien había concertado la cita para presentarme con Jaime. Fue una reunión muy fructífera, pues va a abrir un intercambio y una colaboración entre El Péndulo y La Mosca, para que, entre otras cosas, aquél anuncie sus actividades en la revista. También es casi un hecho que Los Pechos Privilegiados toquemos pronto ahí. Todo estuvo perfecto (incluido el delicioso desayuno). Regresé a escribir mi colaboración semanal de Milenio y un artículo -que saldrá el lunes- sobre el cumpleaños número sesenta de Carlos Santana (el cual se celebra hoy). Ah, pude hablar con P esta mañana. Me dijo que anoche no llegó porque estaba cansadísima y se quedó profundamente dormida. Lo bueno es que está bien. Me encanta la niña.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo también estuve en esa tocada, fue una gran sorpresa que se presentara jaime lópez, y sí, creo que era conveniente reservar con anticipación.. jaja el material de Otaola realmente me sorprendio