jueves, 31 de enero de 2008

Ocho años (y diecisiete mil visitas)


Sí, ya ocho de estar en este departamento. No me remontaré a las circunstancias que me hicieron decidirme a vivir solo por primera vez en mi vida, luego de diecinueve años al lado de mis padres y mis hermanos, dieciocho al lado de Rosa y mis hijos (y los hijos de Rosa, quienes después se hicieron como míos) y ocho al lado solamente de mis hijos (sí, jugué el papel de papá y mamá de Alain y Jan de 1992 a 2000). Costó trabajo y algunos momentos ríspidos conseguirlo, pero a partir del 31 de enero de 2000 comencé la aventura que hoy prosigue, la de vivir solo, la de cohabitar conmigo mismo. Debo decir que han sido ocho años esplénddos en ese sentido. Porque, hay que mencionarlo, una cosa es vivir solo y otra cosa es vivir en soledad y en soledad jamás me he encontrado por fortuna. Además me caigo bien y puedo convivir con mi persona sin problemas. No tengo mañas o manías (no muchas al menos) y me es imposible aburrirme. Siempre tengo qué hacer (lo que me falta es tiempo). Mi departamento es chico pero muy cómodo y agradable. Perfecto para mí. En épocas de calor es fresco y en temporada de frío es calientito. Es como un apartamento de algodón, suelo decir. Decenas de amigas (y algunos amigos) me han visitado en este lapso de… a ver…, cuántos…, noventa y seis meses (¡cumpliré cien meses en mayo, tengo que celebrarlo! Estaría bien un viajecín a París, je). Casi tres mil días de disfrutar (y varias veces sufrir) en este depto tan amado y tan amable, en donde espero seguir muchísimo tiempo más (aunque sea rentado). ¿Qué si siempre viviré solo? No lo sé. De ser así, perfecto. Si no, si aparece alguna femme con quien realmente desee compartir el techo y la existencia cotidiana, bienvenida sea. Hasta ahora no ha aparecido. Me he enamorado locamente de dos mujeres en este lapso, pero creo que con ninguna de ellas podría vivir. Ni siquiera con la dama joven que hoy ocupa mi corazón. Me gustaría intentarlo, claro, pero además de que las actuales circunstancias lo hacen imposible, de darse las condiciones ideales, no estoy muy seguro de que funcionara. El tiempo dirá. Por lo pronto, hoy es día de celebrar este octavo aniversario.

Para completar los festejos, hoy entró la visita No. 17,000 de este blog.

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