domingo, 30 de marzo de 2008
En metrobús hasta Tlalpan
Ayer sábado, en la mañana, me lancé en el nuevo metrobús hasta mi querido Tlalpan. No había tenido ocasión de realizar el recorrido y aunque se me hizo raro e impráctico eso de tener que transbordar en San Ángel, el viaje resultó rápido y cómodo (hice en media hora lo que habitualmente hacía en casi una hora). Una vez en mi tierra chica, visité a mi amiga Marianne Amore para una cuestión de trabajo. Hacía literalmente décadas que no nos veíamos y me dio mucho gusto el reencuentro (y pensar que pudimos ser cuñados, pero mi timidez juvenil lo impidió). Ojalá que logremos trabajar juntos en el proyecto del cual me platicó. De ahí me fui a la casa de Rosa, para visitar a la familia. Me invitaron a comer (delicioso todo). Departimos Rosa, Rosita, Isaura, Dereck y mi hijo Jan. Regresé aquí como a las cuatro y media, otra vez en el veloz metrobús. Dos horas después vino mi amiga y colaboradora Natalia Cano, para hacerme una entrevista sobre el problema de "La Mosca", charla que aparecerá en la sección “La pared”, del diario "El Universal", el próximo sábado 7 de abril, por si la quieren leer. Con ella venía un fotógrafo muy simpático, cuyo nombre no recuerdo en estos momentos (sorry!). Fue todo muy cálido y divertido (¡esa sesión de fotos!).
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