jueves, 31 de enero de 2008

Ocho años (y diecisiete mil visitas)


Sí, ya ocho de estar en este departamento. No me remontaré a las circunstancias que me hicieron decidirme a vivir solo por primera vez en mi vida, luego de diecinueve años al lado de mis padres y mis hermanos, dieciocho al lado de Rosa y mis hijos (y los hijos de Rosa, quienes después se hicieron como míos) y ocho al lado solamente de mis hijos (sí, jugué el papel de papá y mamá de Alain y Jan de 1992 a 2000). Costó trabajo y algunos momentos ríspidos conseguirlo, pero a partir del 31 de enero de 2000 comencé la aventura que hoy prosigue, la de vivir solo, la de cohabitar conmigo mismo. Debo decir que han sido ocho años esplénddos en ese sentido. Porque, hay que mencionarlo, una cosa es vivir solo y otra cosa es vivir en soledad y en soledad jamás me he encontrado por fortuna. Además me caigo bien y puedo convivir con mi persona sin problemas. No tengo mañas o manías (no muchas al menos) y me es imposible aburrirme. Siempre tengo qué hacer (lo que me falta es tiempo). Mi departamento es chico pero muy cómodo y agradable. Perfecto para mí. En épocas de calor es fresco y en temporada de frío es calientito. Es como un apartamento de algodón, suelo decir. Decenas de amigas (y algunos amigos) me han visitado en este lapso de… a ver…, cuántos…, noventa y seis meses (¡cumpliré cien meses en mayo, tengo que celebrarlo! Estaría bien un viajecín a París, je). Casi tres mil días de disfrutar (y varias veces sufrir) en este depto tan amado y tan amable, en donde espero seguir muchísimo tiempo más (aunque sea rentado). ¿Qué si siempre viviré solo? No lo sé. De ser así, perfecto. Si no, si aparece alguna femme con quien realmente desee compartir el techo y la existencia cotidiana, bienvenida sea. Hasta ahora no ha aparecido. Me he enamorado locamente de dos mujeres en este lapso, pero creo que con ninguna de ellas podría vivir. Ni siquiera con la dama joven que hoy ocupa mi corazón. Me gustaría intentarlo, claro, pero además de que las actuales circunstancias lo hacen imposible, de darse las condiciones ideales, no estoy muy seguro de que funcionara. El tiempo dirá. Por lo pronto, hoy es día de celebrar este octavo aniversario.

Para completar los festejos, hoy entró la visita No. 17,000 de este blog.

miércoles, 30 de enero de 2008

Jan


Hoy hace veintiún años que llegó al mundo mi hijo Jan Sebastián, el segundo de mis adorados vástagos. 30 de enero de 1987. Me acuerdo perfecto de cómo lo vi nacer en la sala de partos, cómo salió del interior de su mamá (Rosa) en un perfecto alumbramiento psicoprofiláctico. De chico era traviesísimo. Hasta llegamos a creer que podía ser híperactivo. Hoy en cambio, es más bien serio e introspectivo, organizado y estudioso.

Está en la UAM Xochimilco y posee mucha inteligencia y mucho talento musical. Al igual que Alain, su hermano mayor, también es DJ. Compone música y es un buenazo para las cuestiones de computación. Pero lo principal es que es muy buen hijo (un poco gruñón a veces) y mejor persona. Es también uno de mis principales consejeros sentimentales. Antes me regañaba por mi tendencia a enamorarme de veinteañeras, pero luego se dio cuenta de que no tengo remedio al respecto y se resignó a apoyarme. Solemos platicar del tema y me da orientaciones (en eso es mucho más maduro que yo). Lo amo con toda mi alma y sé que va a llegar muy alto (aparte de que mide un metro ochenta y dos de estatura). Puma de corazón (como su hermano, como su padre), ese es mi hijo “el pequeño”. Lo adoro.


Ella estuvo aquí, como suele hacerlo los miércoles. Trabajamos un rato. Compramos tortas en Subway (a sugerencia suya) y nos echamos la película Closer de Mike Nichols (2005). La vimos en su versión doblada al español, porque Leyla Rangel, mi querida sobrina y voz femenina de Los Pechos Privilegiados, hizo el doblaje del personaje interpretado por Natalie Portman. La peli no es muy buena, pero –ya lo he dicho- con ella a mi lado eso ni se nota.

martes, 29 de enero de 2008

Desayuno y ensayo

Desayuno: A las nueve y media de la mañana, con mi amigo de toda la vida, Adolfo Cantú. Nos vimos en el Vips que está cerca de mi casa. Hablamos de muchas cosas: de París, de Lupe Marín (la hija de Diego Rivera), de la próxima visita de Nicolás Sarkozy a México, de una posible cena en su casa del Desierto de los Leones. Intercambiamos revistas (yo le regalé ejemplares de La Mosca y él me dio números de The Billionaire, donde colabora). Todo muy agradable. Quedamos en vernos pronto.


Ensayo: A las doce del día, con Leyla, Giuliana, Demetrio y Mauricio. Prácticamente lo dedicamos a poner “Ángel o demonio”, la pieza que vamos a estrenar en el concierto del próximo 7 de febrero en el Ruta 61. El arreglo, debido en mucho a una idea guitarrística inicial del Mau, cambió bastante la atmósfera original de la canción que de un semi blues en tonalidad menor, pasó a una especie de tema psicodélico sesentero arabesco, con algo del Pink Floyd de "Ummagumma" y de los Doors de “The End”. No sé, pero nos gustó mucho. Aún falta afinar detalles, pero creo que a la gente la va a complacer. Quedó al mismo tiempo angelical y demoniaca. Valió la pena.

lunes, 28 de enero de 2008

Chica de mostrador


Así se llama la película de la cual ella me había hablado mucho y que el sábado compré en DVD para regalársela hoy que vino a mi casa. Le encantó el detalle y, por supuesto, la vimos. No es precisamente una comedia romántica, aunque algo tiene de comedia (bastante agridulce) y mucho de romántica. La disfrutamos en verdad. La protagonizan Steve Martin (el galán maduro, con quien no pude evitar identificarme –por la edad “madura”, no por lo galán, y porque se enamora de una mujer mucho más joven que él), Clare Daines (la veinteañera que se divide entre dos amores y a quien no pude evitar identificar con… ella, aunque la situación es distinta) y Jason Schwartzman (el galán juvenil y buena onda, pero torpe, caótico y sin perspectivas). No diré cómo culmina el filme, pero lo recomiendo (en inglés se llama Shopgirl -dirigida por Anand Tucker, 2005- y está basada en una novela del propio Martin). Como nos quedaba tiempo, vimos también Monkey Business (Vitaminas para el amor, 1952) de Howard Hawks, con Cary Grant, Ginger Rogers, Charles Coburn y una joven Marilyn Monroe (a sus veintiséis años). La verdad es que la comedia resulta bastante boba y simplona. Marilyn hace un papel simpático pero secundario. La cinta es muy inferior a Bringing Up Baby del propio Hawks (1938). La terminamos de ver nada más por no dejar. Pero bueno, con ella a mi lado puedo contemplar el más infecto de los churros cinematográficos sin inmutarme. Una delicia. Ella.

domingo, 27 de enero de 2008

Laura Vázquez


Anoche fue la fiesta de despedida de Laura Vázquez, la extraordinaria compositora, cantante y tecladista argentina (además de una mujer muy bella en todos sentidos y buena amiga), quien se regresa a su país después de varios años de vivir en México. Aquí grabó varios discos y a últimas fechas tocaba con Monocordio (además de con Julieta Venegas). La conocí por allá de 2001, cuando acompañé a mi entonces Jefa de Redacción de La Mosca al Péndulo de la colonia Condesa para hacerle una entrevista. Luego volvimos a coincidir en diferentes momentos y lugares de manera esporádica. Fue a últimas fechas que nos topábamos más, debido a la mutua amistad con camaradas como Fernando Rivera Calderón y el Sr. González. Precisamente en el departamento de éste, en Coyoacán, fue la reunión de ayer. Me acompañó mi querida L y la pasamos muy bien. La concurrencia fue amplia y por ahí andaban González (claro), Fernando y Claudia, María Emilia Martínez, Martín Durán, Brenda, Marisol Gasé, Adrián López y su hermano Óscar, Plinio Santos, en fin, bastante gente (incluidos algunos gorrones). Me despedí afectuosamente de Laura y quedamos en realizar algunos proyectos por medio de La Mosca. L y Yo salimos de ahí como a las tres. En un taxi la dejé en la casa de una amiga suya, en la colonia Del Valle, y llegué aquí. Me dormí como a las cuatro. Laura se va a mediados de febrero, la vamos a extrañar.

sábado, 26 de enero de 2008

Lo que el viento se llevó*


Entre otras muchas cosas, un árbol que cayó sobre un poste al cual derribó y causó con ello que se rompieran varios cables de luz y que la mayor parte de la colonia donde habito se quedara sin fluido eléctrico durante exactas veinticuatro horas.
El vendaval que azotó a buena parte del Distrito Federal, apenas el miércoles pasado, causó impresionantes estropicios, acabó con cuatro vidas y dejó a varias personas heridas y a casas y vehículos con averías de gran consideración. Sin embargo lo peor no fue eso, sino el hecho de que un fenómeno natural haya vuelto a demostrar que esta ciudad pende de un hilo y que su fragilidad es peor que la del Licenciado Vidriera, aquel personaje fantástico de don Miguel de Cervantes Saavedra.
Debo confesar que yo ni cuenta me di del casi tornado. A esas horas me encontraba en el cine, al lado de la mujer que más aire me hace, en la contemplación de la muy divertida y recomendable película Viaje a Darjeeling de Wes Anderson (no se la pierdan). Sin embargo, al salir nos dimos cuenta de que algo había pasado. Imposible abordar el metrobús. Algunas ambulancias corrían a toda velocidad por los carriles del mismo. La gente se notaba preocupada y/o medio pasmada. En taxi llegué a mi casa, mediante el uso de algunos atajos que conozco, y el apagón era general. La luz regresó hasta el jueves a las seis de la tarde.
Mientras trataba de leer a altas horas de la noche, con dos velitas a mi lado izquierdo, pensaba en Marcelo Ebrard y me preguntaba qué estaría haciendo él en esos momentos. ¿Se encontraba acaso en sus oficinas y dirigía con firmeza a su gente, para que el auxilio a la ciudad fuera lo más rápido y eficiente posible? ¿Estaría pensando en cómo evitar que el vendaval se llevara por los aires al impresionante galerón de bambú donde se expone, en el Zócalo, la obra fotográfica de Gregory Colbert? En esas meditaciones estaba, cuando me quedé profundamente dormido. Cuando desperté, el apagón todavía estaba allí.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

viernes, 25 de enero de 2008

Primer aniversario


Hoy te veías tan hermosa como pocas veces. ¿Sabes?, eres una de las mujeres más profundamente femeninas que he conocido en mi vida. Tal vez tú misma no te das cuenta de tu impresionante feminidad, pero es parte consustancial a tu naturaleza. Esta noche lucías todo tu charme de femme, con esa frescura y esa espontaneidad tan tuyas... Más que tu peinado, más que tu falda, más que tus zapatos de tacón, más que tu perfume, era algo que traías dentro de ti, algo que has tenido siempre pero que hoy fue más manifiesto que nunca y que –ahora que lo pienso- también noté el día cuando te conocí en persona, hace exactamente un año. Un año, doce meses de ir descubriendo poco a poco a una mujer compleja, laberíntica, misteriosa, contradictoria y al mismo tiempo tremendamente congruente consigo misma. Todo ello te hace fascinante ante mis ojos, pero sobre todo ante mi alma. No eres una persona común, hay en tus profundidades una extraordinaridad que te particulariza y te diferencia. Creo que tú misma no te das cuenta cabal de ello y yo quiero ser quien te ayude a descubrirlo. El hecho es que hoy te veías tan hermosa como pocas veces y yo me sentí, me siento, muy afortunado de tenerte cerca de mí. No tan cerca, aún, como quisiera, pero cerca, muy cerca, al fin y al cabo. Gracias por un año de amistad. Gracias por un año de confianza. Gracias por un año de cariño. Gracias por un año de cercanía. Como ambos dijimos esta noche, al soplar al mismo tiempo a la única velita de nuestro pastel, el deseo mutuo es que cumplamos muchos años más de compartir cosas juntos. El destino dirá de qué forma lo haremos.

jueves, 24 de enero de 2008

Pendientes resueltos


La luz regresó hasta las seis de la tarde de hoy. Fueron veinticuatro horas sin fluido eléctrico en mis lares, pero de los males el menor: todavía hay varios rumbos de la ciudad faltos de electricidad. Ya que no podía trabajar en la compu, aproveché para ir a la editorial, ordenar algunas cosas, leer y traer al plomero-electricista para que reparara tres problemas caseros que tenía pendientes desde hace un buen tiempo, debido a mi parsimoniosa desidia en cuestiones hogareñas. Con todo, un buen día.

miércoles, 23 de enero de 2008

Viaje a Darjeeling (Viento)


La invité al cine y fuimos a Cinemex Insurgentes a ver Viaje a Darjeeling (The Darjeeling Limited) del magnífico Wes Anderson (The Royal Tenenbaums, 2001). La película es muy buena y divertida. En la misma, se narra una especie de viaje iniciático por La India de tres hermanos (interpretados magníficamente por Owen Wilson, Adrien Brody y Jason Schwartzman). El humor es más bien negro y al mismo tiempo con una buena dosis de ternura filial. Antes de meternos a la sala y como era temprano, nos tomamos un café y en algún momento se fue la luz (eran como las seis de la tarde). Luego, en plena función, la luz se fue dos veces, brevemente, y le echamos la culpa a la ineptitud del cácaro. Sin embargo, al salir a la calle, como a las ocho y media de la noche, nos dimos cuenta de que algo había pasado. Caos vehicular, servicio escaso en el metrobús, ambulancias con las sirenas puestas. Cada quién se fue hacia su rumbo en taxi y al llegar a mi depto no había luz en todo el rumbo. Entonces supe del ventarrón (casi un tornado) que golpeó al Distrito Federal y de los muchos daños causados en varios rumbos de la ciudad. Ella me llamó al celular apenas llegó a su casa, para saber de mí. Todo bien, aunque sin energía eléctrica. Con la tenue luminosidad de dos velas, estuve leyendo como cinco horas (primero un libro sobre el impresionismo francés y luego El perfume de Patrick Suskind, el cual empecé a releer y me atrapó).
Vaya día.

martes, 22 de enero de 2008

La comezón del séptimo año


Posiblemente sea la mejor comedia filmada por Marilyn Monroe y la que contiene la que sin duda es su imagen más famosa, la de la rejilla del metro de Nueva York donde se para y el aire hace que el vestido se le levante (aunque en la cinta la escena es mucho más modosita que las fotos que se usaron en la promoción, pues fue censurada en su época). La dirigió el genial Billy Wilder y provocó cualquier cantidad de escándalos debido a la manera tan irónica y desenfadada de contemplar a la infidelidad y al sexo. Marilyn luce encantadora y demuestra que iba en camino de convertrirse en una gran actriz. Su compañero es el muy simpático Tom Ewell. The Seven Year Itch fue filmada en 1955 y es altamente recomendable (lo dice ella, con quien vi la peli esta tarde en mi apartamento, en lo que será el inicio de un ciclo cinematográfico de doce filmes estelarizados por la maravillosa Monroe. Le encantó). Próxima función: Monkey Bussiness, dirigida por Howard Hawks en 1952.

lunes, 21 de enero de 2008

Dieciséis mil...


... las visitas que este blog ha recibido hasta hoy. Muchas gracias a todos por molestarse en leer las venturas y desventuras de este escribidor empeñado en hacer lo que no se debe hacer. Bexos para todas y abraxos para todos.

domingo, 20 de enero de 2008

Tago Mago


¿Cómo definir a la música de Can, el grupo alemán avant-garde surgido en la ciudad de Colonia, Alemania en 1968? ¿Con quién o con qué compararlo? ¿Con Frank Zappa, con The Velvet Underground? Sí y no. Tal vez sean antecesores directos de Sonic Youth. Es difícil determinarlo y Tago Mago (1971), su disco menos desconocido, no hace sino confirmar su originalidad y su particularidad a toda prueba. Desde tener un ¿cantante? tan singular como el japonés Damo Suzuki, quien más que cantar murmuraba las ¿canciones?, hasta escribir música desestructurada y por completo alejada de cualquier canon pop, Can es una de las agrupaciones más extrañas e interesantes de la historia del rock y ni siquiera me atrevería a decir que su propuesta encaje en lo que se suele considerar como rock progresivo. Muchos lo colocan dentro de lo que se conoce como Krautrock, sólo porque se trata de una banda germana, pero a mi modo de ver trasciende esa o toda otra clasificación. Con cortes como “Paperhouse”, “Mushroom”, “Bring Me Coffee or Tea” y “Oh Yeah” o los larguísimos tour de force “Peking O”, “Aumgn” y “Halleluhwah” (de más de once, diecisiete y dieciocho minutos de duración respectivamente), Tago Mago es un disco al mismo tiempo friqueante y fascinante. Una joya muy poco conocida.

BRING ME COFEE OR TEA

I´M TOO LIESE

sábado, 19 de enero de 2008

El top ten de las mártires*


Al igual que los ultracatólicos, los izquierdosos fundamentalistas requieren de mártires para alimentar su voraz altar de las inmolaciones. Esto resulta muy claro en México, donde la izquierda más reaccionaria del planeta se apoderó del que hasta hace algunos años era el partido representativo de la gauche y lo convirtió en un ente delirante y esperpéntico, una grotesca corte de los milagros que hizo a un lado cualquier rasgo de principios e ideología para adoptar como leit motiv la teoría del complot (o compló, en su traducción tabasqueña).
EL PRD -que pronto podría convertirse en FAP (¿Frente de Apoyo al Peje?)- es hoy una especie de secta ultramontana que responde a la voz de un líder carismático, quien se comporta como pastor incuestionable, furibundo e inflexible. Entre los dogmas de ese (aún) partido está el del martirologio y por ello cada vez que puede inventa mártires, a fin de adoptarlos y usarlos en pro de La Causa.
A últimas fechas, la izquierda à la droite que padecemos ha enfocado sus baterías hacia las mujeres que sufren o parecen sufrir algún tipo de injusticia, para sobredimensionarlas y utilizarlas provechosamente. Así lo hizo alguna vez con Digna Ochoa y no hace mucho con Ernestina Ascencio, la anciana supuestamente violada en la Sierra de Zongolica. Ya en fechas más recientes fue Lydia Cacho la elegida, pero muy poco le duró el gusto, porque llegó Carmen Aristegui para arrebatarle el primer lugar en el top ten de las mártires progres.
Las cuatro mujeres que menciono me parecen absolutamente respetables y en algunos casos hasta admirables, lo que me resulta patético es ese uso que otros dan a sus casos, para convertirlos en banderas políticas y seudoperiodísticas.
Hoy día, a la cabeza del top ten está, pues, Carmen Aristegui. Pero cuidado: ya se acerca peligrosamente –y a toda velocidad- una nueva mártir que podría desplazarla sin problemas. Su nombre: Ana Gabriela Guevara.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

viernes, 18 de enero de 2008

¿Cómo no envidiar a Nicolas Sarkozy?


Digo, será muy derechoso y alcohólico y lo que ustedes quieran, pero de que tiene buen gusto que ni qué. Se casó con Carla Bruni, una cantante y modelo italo-francesa bellísima de quien aquí les muestro una foto y una tercia de videos. Si con esa voz le canta cada noche al oído, uno querría estar en el lugar de Sarkozy. Vive la France!


L'AMOUR

QUELQ'UN M'A DIT

THOSE DANCING DAYS ARE GONE

jueves, 17 de enero de 2008

Pauline

Paulina en español es igual a Pauline en francés. El francés es el idioma de Francia. En Francia está París.

Los extremos se van a encontrar.



PAULINE CANTA "ALLO LE MONDE"

miércoles, 16 de enero de 2008

El doctor Murakami y tú


Igual ya no te acuerdas, pero cuando fuimos a Tlalpan te platiqué sobre el doctor Murakami, un dentista japonés que era un verdadero salvaje pero también el único sacamuelas a la mano cuando yo era niño. Ahora resulta que entre la fauna condechi y coyoacanera está de moda un novelista japonés de nombre Haruki Murakami. Confío en que el escritor sea mejor que aquel odontólogo de mi infancia. La cosa es que leí, en un texto de mi querida amiga Sylvia Estrada (y que se publicará en La Mosca de febrero), una cita de la novela Sputkik, mi amor del propio Murakami (el literato, claro). Dice a la letra uno de los personajes, una mujer llamada Sumire, frente al hecho de estar fulminantemente enamorada: “Tal vez pierda todo lo que poseo. Pero ya no puedo volver atrás. Sólo puedo abandonarme a la corriente que discurre ante mis ojos. Aunque me consuma entre las llamas, aunque desaparezca para siempre”. Así me siento contigo en estos momentos. No pienso en el futuro, no preveo las consecuencias, no miro los muchos peligros que conllevan mis sentimientos hacia ti. Únicamente sé que ya no puedo volver atrás y que la corriente no sólo discurre ante mis ojos sino que me arrastra con ella. ¿Hacia dónde, hasta dónde? Hasta donde ella quiera, hasta donde tú quieras.

martes, 15 de enero de 2008

Everybody Knows


Al fin aparece el Especial de "La Mosca en la Pared" dedicado al legendario grupo de Athens, Georgia. Creo que vale la pena hacerse de un ejemplar, porque la historia de R.E.M. es muy interesante y a mi modo de ver resulta importante revisar su obra y revalorar los grandes discos que Michael Stipe, Peter Buck y compañía han hecho a lo largo de veinticinco años de brega (Murmur, Document, Out of Time, Automatic for the People, New Adventures in Hi-Fi, etcétera. Ya me darán sus opiniones.

lunes, 14 de enero de 2008

The Commitments


He perdido la cuenta de cuántas veces he visto "The Commitments", la película irlandesa de 1988 dirigida por Alan Parker. ¿Veinte, veinticinco, treinta veces? Tal vez más incluso. Lo curioso es que nunca pude verla en el cine. La descubrí (y la tuve) en formato Beta, luego en VHS y ahora en DVD. Lo he dicho mucha veces a quien se deja: para mí la cinta es una perfecta lección de lo que significan la música soul en particular y la música negra estadounidense en general, imprescindible al respecto junto con "The Blues Brothers" de John Landis (1980) y "Crossroads" de Walter Hill (1986). Son tres filmes que enseñan más que cualquier documental didactico sobre el tema. Debo confesar que fue después de ver "The Commitments" (que en México se llamó –¡por todos los cielos!- "Los reyes del ritmo") que decidí que algún día tendría una banda con un formato parecido. Por eso Los Pechos Privilegiados incluyen coros femeninos y tarde o temprano tendrán teclados (es decir, piano y órgano) y metales (en el disco los van a tener). Pues bien, todo lo anterior viene a cuento porque hoy vi la peli con ella y creo que la disfrutó tanto como yo. Fue precioso gozarla a su lado. Me encanta compartirle lo que más me gusta, lo que más me mueve. Son momentos, de veras, imperdibles, exultantes.

domingo, 13 de enero de 2008

Una Mosca muy fotogénica


Apareció desde el viernes 4 y hasta ahora les aviso. Chin. Mil perdones. La cosa es que ya está a la venta "La Mosca" de enero (No. 123), un número dedicado a la foto en el rock. Hay muchas fotográfías a lo largo del ejemplar, desde históricas (Frank Zappa, Pete Townshend, Peter Gabriel, Robert Smith, PJ Harvey, Tori Amos, Caifanes, Paul Weller y un largo etcétera), hasta de los conciertos más recientes en México (Björk, The Police, Soda Stereo, Daft Punk). Aparte, trae un reportaje de Tatiana Maillard sobre las Suicide Girls más las secciones de costumbre. Espero sus opiniones y mentadas de cada mes.

sábado, 12 de enero de 2008

A punta de volados*


Para determinar cuál de los dos equipos, Atlas o Toluca –ambos empatados en todos los rubros: puntos, goles a favor y en contra, resultado en el partido en el que se enfrentaron, etcétera-, pasaría a la semifinal del infame torneo Interliga, los organizadores optaron por lanzar un mexicanísimo volado. Águila o sol… y ganó el equipo al que alguna vez apodaron “Las Margaritas” (ya alguien sugirió por ahí que dado que los atlistas llevan más de medio siglo sin ganar un campeonato, la moneda de cinco pesos con la cual ganaron el volado sea colocada en la raquítica sala de trofeos del club rojinegro).
Con todo, fue una interesante y sobre todo pacífica y hasta democrática forma de dirimir un conflicto. ¿Por qué no adoptar el método y aplicarlo en los temas políticos que hoy tanto nos acongojan y que son fuente cotidiana de conflictos, diferencias, mentadas y sombrerazos? Así, por ejemplo, Marcelo Ebrard –tlatoani mayor del DF- y Javier Lozano –ese secretario del Trabajo que cada día se empeña más en parecerse físicamente a Fernando Rivera Calderón- podrían poner punto final a sus constantes querellas con el sencillo método del merenguero. No se diga Elba Esther Gordillo y Josefina Vázquez Mota, quienes están a punto de agarrarse de las greñas y bien pueden recurrir al expediente de arrojar al aire un pesito y definir cuál de las dos se encarga oficialmente de seguirle dando en la madre a la educación en México.
Para que los lopezobradoristas no sigan con la cantaleta del fraude de aquí a la eternidad, ¡hombre!, un volado lanzado por el próximo ciudadano presidente del IFE daría al fin certidumbre sobre si hubo o no chanchullo en las pasadas elecciones federales. Vamos, hasta las reñidas discusiones por la reforma energética pueden evitarse y mediante un águila o sol decidir si al fin modernizamos a Pemex o seguimos adorándolo como uno de los últimos vestigios del nacionalismo revolucionario priista.
Demos a los volados rango constitucional. La Patria conmovida lo agradecerá.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

viernes, 11 de enero de 2008

Irma Olivia


No fue la primera niña por quien me sentí embelesado (antes estuvieron atracciones platónicas como las de Conchita Bellot –a mis nueve años; ella tenía once o doce-, Patricia Medina –a mis doce-, Beatriz Santana –a mis trece- y la preciosa Leyla Islas Sahid –a mis trece también). Sí fue, sin embargo, el primer gran amor de mi vida (aunque platónico también). La vi por primera vez –hasta recuerdo la fecha- el 12 de diciembre de 1969, en el parque Morones de la colonia Toriello, en Tlalpan. Ella tenía doce años y yo catorce. Fue mi primer caso de amor a primera vista. Irma Olivia Larios Alzúa vivía enfrente de aquel parque. Era una jovencita de clase media alta, de tez morena, nariz respingada, facciones finas, cuerpo hermoso y piernas portentosas. Me enamoré de ella irremediablemente y duré tres largos años prendido a su persona, tres años en los cuales acudí al parque casi a diario. Ahí me reunía con un grupo de amigos que fue creciendo y cambiando a lo largo de ese tiempo y entre los cuales estaba uno de mis mejores cuates de toda la vida, casi mi hermano (hasta la fecha), Adolfo Cantú. En ese lapso me hice músico y escribí muchas de mis primeras canciones. Pero era Irma el motivo central para que yo acudiera al parque y fue ella mi primera musa (le compuse más de noventa temas). No recuerdo quién me la presentó por fin, pero cuando estaba a su lado me turbaba tanto que casi no podía hablar. Era yo el tipo más tímido que se pueda concebir y ella era una niña muy altiva y segura de sí, lo que me hacía titubear y sonrojar aún más en su presencia. Llegué a darle clases de guitarra por un breve tiempo, pero luego cometí dos errores que resultaron fatales para mí y todo se acabó (aunque debo admitir que no tenía la menor posibilidad de andar con ella). Dejé de verla durante treinta años y me la volví a encontrar en abril de 2004, en la ciudad de París, Francia, donde ella vivía con su familia y trabajaba en la Casa de México. Se había casado varios años atrás, su marido -Mario- es mayor que yo y tienen cuatro hijos. Irma siempre trabajó en el Servicio Exterior Mexicano. No contaré cómo fue que di con ella en la Ciudad Luz (sería largo de narrar). El caso es que la localicé y me invitó a comer cerca del suntuoso barrio parisino de Le Marais. Fue muy extrañó volver a estar a su lado, luego de tres décadas. Ella tenía dieciocho años la última vez que la vi y en París ya tenía cuarenta y ocho. Estaba cambiada, claro, aunque la voz era la misma que yo recordaba. Platicamos muchísimo, nos pusimos al tanto de lo que habían sido nuestras respectivas vidas y fue realmente muy grato recuperar su amistad. A los pocos meses regresó a México por una temporada y hasta asistió con su esposo a la fiesta de mi cumpleaños número cincuenta (ver foto) y fue a ver a Los Pechos Privilegiados al Black Horse. Actualmente vive y trabaja (es cónsul de la representación mexicana) en Nueva York. Irma Larios, el primer gran amor de mi vida, quien hoy, 11 de enero, cumple cincuenta y un años de vida.

jueves, 10 de enero de 2008

Todo sobre mi madre


Hoy es cumpleaños de mi madre. Según ella, cumple ochenta y tres eneros; según otras versiones, cumple ochenta y seis. Es Capricornio, igual que mi papá, y la conozco desde antes de que yo naciera (mal chiste).
  Se llama Rebeca. Rebeca Michel Ruelas. Vino al mundo en Autlán de la Grana, Jalisco (¿en 1922, en 1925?), hija de Fidencio Michel (gran dibujante, con antepasados franceses) y de María Ruelas. Es la más chica de una familia de trece hijos, de los cuales sólo quedan dos: ella y su hermana Teresa. Los Michel Ruelas eran católicos de cepa, literalmente fundamentalistas. Uno de los hermanos de mi madre fue guerrillero cristero (Javier), otro escribió libros con temas religiosos (Andrés) y uno más estuvo entre los fundadores del Partido Acción Nacional (Enrique, el abogado). Una de sus hermanas (Lucila, paradójicamente la más liberal y alivianada) se hizo monja y llegó a ser superiora en un convento de Cotija, Michoacán, otras dos se casaron (Beatriz y la ya mencionada Teresa) y las dos restantes se quedaron solteras toda su vida (la amable Raquel y la temible Aurora).
  Rebeca llegó al Distrito Federal a fines de los treinta o principios de los cuarenta (tendría diecinueve o veinte años). Con sus padres y algunos de sus hermanos y hermanas, se instaló en una casona de la calle Madero, en Tlalpan, pueblo donde conoció a Juan García Ayala, mi padre (ver entrada del 28 de diciembre de 2007 en este mismo blog), con quien contrajo matrimonio en 1944. Un año después dio a luz a mi hermano mayor, Sergio Arturo, y debio pasar una década para que arribara yo, en 1955. Luego vendrían mis otros tres hermanos: Myrna Aracely (1958), José Jorge (1961) y María Ivette (1967). Esa fue la familia García Michel (ahora con siete nietos).

  La relación con mi madre fue siempre buena para mí. Debo aceptar que me consentía mucho, tal vez porque siempre fui el niño ejemplar de la casa (ya saben, tranquilo, bien portado, aplicado en la escuela, con facilidad para los idiomas, voraz lector, buen católico). Cuando empecé a cambiar mis ideas en la adolescencia y me volví socialista, liberal y nada religioso, supo respetarme (aunque sé que le dolía que ya no fuera a misa y esas cosas). Su personalidad ha estado marcada por sus arraigadísimas creencias y su catolicismo a ultranza y en eso ha sido siempre muy coherente, aunque debido a ello nos infundió a sus hijos esos sentimientos de culpa tan típicos de los católicos. Quizás el único dolor que le causé fue cuando a mis diecinueve años me fui a vivir con una mujer nueve años mayor que yo, divorciada y madre de tres niños (Rosa), con quien permanecí casi dos décadas y tuve dos hijos (Alain y Jan).
  Actualmente veo poco a mi mamá, pero nos hablamos por teléfono. Se encuentra sana, aunque cada vez oye menos (mas se niega a que le compremos un aparato para la sordera). Escribe poemas religiosos en español y en francés (a ella le debo mi amor por ese idioma –el cual estudié durante cuatro años y medio en la Alianza Francesa de San Ángel- y mi amor por Francia y su cultura). Ni de chiste parece tener ochenta y tantos años.
Yo nunca he padecido de mamitis ni la idealizo como la mayoría de los mexicanos idealiza a sus cabecitas blancas. Sencillamente la amo y espero que siga saludable, feliz y lúcida por muchos años más.

(Hoy recibí la visita número 15 mil en este blog. Me dio mucho gusto).

miércoles, 9 de enero de 2008

Un cambio leve, sutil


No sé si lo noté desde el principio, cuando llegó a mi casa al filo de las tres de la tarde. Tal vez fue un poco después, luego de nuestra charla habitual para ponernos al tanto, uno al otro, de cómo van nuestras mutuas existencias. No sé si fue su reacción conmovida cuando le canté la canción –mitad en español, mitad en francés- que compuse ayer, que le compuse ayer. ¿Hubo en ese momento en sus ojos un brillo líquido y muy posiblemente salado que sin embargo translucía dulzura? Creo que sí. Más tarde me acompañó al súper y regresamos a comer, mientras veíamos una simplona pero divertida comedia romántica hollywoodense (resulta que a ambos nos gustan las comedias románticas hollywoodenses). Había en su mirada, en el tono de su voz, en su lenguaje corporal, pequeñísimos, sutiles detalles que denotaban que algo había cambiado en ella con respecto a mí. Un cambio hermoso, debo decir. Porque me hizo sentirla más cercana, más confortable, más en pacífica sintonía conmigo. Quizá todo sea fruto de mi imaginación, de mi deseo profundo porque así sean las cosas. Tal vez. Pero creo que no. Creo que lo que hoy percibí está sucediendo y es real.

martes, 8 de enero de 2008

A medianoche en la azotea


Hacía literalmente años que no subía a la azotea del edificio donde vivo. Lo hice hoy a la medianoche por una sugerencia loca de Míriam, quien vino a visitarme. A final de cuentas fue una buena idea. Hacía mucho frío a esas horas, al aire libre y ocho pisos arriba, pero el cielo estaba extrañamente despejado y se veían las estrellas como hacía mucho no era posible verlas. A pesar de los edificios que tapaban la vista, era posible contemplar algunas partes de la ciudad. Había casi un silencio alrededor. Habremos estado ahí unos cuarenta minutos. Fue una experiencia agradable.

lunes, 7 de enero de 2008

El verdadero inicio del año


No habías podido verla en lo que va de 2008. La extrañaste. Muchísimo. Pero hoy al fin se reencontraron, después de nueve días. Volver a ver su sonrisa te reanimó. Volver a toparte con su mirada pícara e iluminada te devolvió la alegría a los labios. Volver a escuchar su voz y su charla te llenó de optimismo. Fue como si una bocanada de aire fresco invadiera a tu hogar, denso y oscuro a lo largo de una semana y dos días. El mundo recuperaba su orden cósmico. El caos de los días de ausencia se desvanecía. Se dieron un largo abrazo y la mutua energía los fortaleció. Comieron juntos, vieron una película, se dijeron muchas cosas tácitas y explícitas, renovaron votos. Al final, cuando ella regresó a su casa por la noche, supiste que hoy comenzaba en realidad el nuevo año.

domingo, 6 de enero de 2008

¿Amor en vano?


De pronto recibes visitas inesperadas. Como hoy, a las dos y media de la madrugada. Una amiga me llamó poco antes porque necesitaba hablar conmigo. Le dije que no había problema. Vino, me contó lo que le pasaba, charlamos hasta las cinco de la mañana. No diré su nombre. Sólo diré que la quiero mucho y que no se merece lo que le está pasando. “¿Por qué nos enamoramos de gente tan complicada?”, me preguntó. Interrogante para la cual carezco de respuesta. Finalmente, yo suelo caer en lo mismo.

sábado, 5 de enero de 2008

2008, aquí estás*


Con tan sólo cinco días de nacido, pero ya te encuentras de lleno entre nosotros. No hay forma de echarnos para atrás y retroceder hacia el 2007. Más nos vale afrontar que llegaste para quedarte y que aún te quedan 360 días más. ¿Qué nos deparas, qué nos has preparado, cuántas sorpresitas tendrás escondidas por ahí entre tus meses, tus semanas y tus jornadas cotidianas? ¿Cambiarán en algo las cosas en este país y particularmente en el país político? ¿Mejorará el panorama o, por el contrario, la sorda pero feroz lucha por el poder se acrecentará y cobrará nuevas víctimas, como ya las cobró con la (contra)reforma electoral del año pasado?
En fin, mejor me dejo de esta tontera de hablarle de tú al nuevo año (como si me pudiera escuchar y responder) y se lo pregunto a ustedes, estimados lectores: ¿qué podemos esperar de nuestros políticos en este 2008?
Ya sabemos que quienes manejan los hilos reales de los tres partidos grandes (es un decir) han mostrado el cobre y van por todas las canicas. La tentación de convertir a un país presidencialista en otro dominado por el legislativo es muy grande y no parece obedecer a causas nobles y democráticas sino a intereses mezquinos y personalistas. ¿Es esto lo mejor para México? ¿Nos conviene pasar de la dictablanda del presidencialismo a la tiranía de la partidocracia? Digo, todavía que tuviéramos en las cámaras a gente de generosas miras y con altura de estadistas, pero uno ve la ralea que invade a los asientos de San Lázaro y de Xicoténcatl y es como para aterrorizarse.
Ahí está lo que hicieron con el Instituto Federal Electoral. Si al final ponen a Góngora o a Alcocer, para el caso da lo mismo. El IFE ya dejó de ser un organismo ciudadano y quedó subordinado a lo que le ordenen los partidos. Quisiera comentarlo con sentido del humor, pero no encuentro cómo. Cuando los lobos autoritarios se disfrazan de ovejitas democráticas, se debe esperar lo peor. Puede dar risa, pero una risa histérica.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

viernes, 4 de enero de 2008

La mejor canción de 2007


Según yo, “Intervention” de Arcade Fire, a cuyo álbum "Neon Bible" también considero el mejor del año pasado. Por tanto, el extraordinario septeto de Montreal es a mi parecer el grupo de 2007. He aquí tres videoclips: uno de de la canción interpretada "en vivo", de manera impresionante, en el Olympia de París, otro de la presentación de Arcade Fire en "Saturday Night Live" (mucho ojo al final Townshend-Cobainesco) y el otro de la misma canción, en su versión en estudio, con imágenes de la impactante película "Rumble Fish" (1983) de Francis Ford Coppola.


jueves, 3 de enero de 2008

Nemontemi


Los mexicas los llamaban así: nemontemi. Eran los cinco últimos días de su calendario (al parecer, del 28 de enero al 1 de febrero del nuestro, aun cuando también podrían ser del 16 al 20 de marzo). Dado que se trataba de un calendario lunar, con doce meses de treinta días cada uno, al final el año sumaba 360 días y era necesario ajustarlo. De ahí que se le añadieran esas cinco jornadas extra. Se trataba de días que oficialmente no existían (nemontemi quiere decir “días nefastos”) y en los cuales hombres, mujeres, ancianos, niños, se dedicaban a los excesos de todo tipo: alcohólicos, gastronómicos, sexuales, dancísticos, etcétera. Eran cinco días de absoluto desmadre, pues. Así he sentido estos primeros días del 2008, como si no existieran, como si todo estuviese detenido y en el vacío. Con el inconveniente de que no he podido tener exceso alguno. Ni hablar.

miércoles, 2 de enero de 2008

2 de enero


Tres aniversarios. El de mi padre (1921, hoy habría cumplido ochenta y siete años), el del pequeño Dereck (2004, hoy cumple cuatro añitos, ver foto) y el del día en que comenzamos a grabar el disco de Los Pechos Privilegiados (2007, hace justo doce meses). Un día tranquilo y melancólico.

martes, 1 de enero de 2008

2007 quedó atrás: bienvenido, 2008


Ya estamos en 2008, un año del cual espero mucho en lo personal. 2007 fue muy bueno para mí, pero quedaron varias cosas pendientes o a la mitad. Fue el año en que mejor me ha ido con las mujeres, debo confesarlo. Nunca he tenido tantas y tan buenas amigas como hoy día y espero que eso continúe por siempre, gracias al apoyo espiritual de mi padre (I can feel it). Conocí a nuevas y excelentes mujeres (y conservé a mis cuatitas de siempre, aunque por diferentes circunstancias se me fueron Gab, Sofía y Karla) y a pesar de mis alegatos a favor de las amigas-amantes, el fantasma del enamoramiento me rondó durante más de la mitad del año. Entre las nuevas amigas debo mencionar a Tatiana, a Sylvia, a Míriam, a Let, a Angy, a Alma, a Alejandra, a Medina, a Aranxa, a Maris, a Penny, a Xóchitl, a Aileen, a Aremy, a Vania, a Andrea y muy especialmente a L y, claro está, a P. Con P las cosas se encaminaron por terrenos inesperados. Sin entrar en detalles, digamos que me movió muchas cosas. Este año habrá de ser determinante al respecto. La niña me encanta, aunque la situación objetiva entre nosotros es muy complicada. Con M logré finalmente cerrar un ciclo de siete años y abrir uno nuevo, mucho más tranquilo y sano. La adoro, pero ya no estoy obsesionado con ella. Por otro lado, con mis hijos las cosas van muy bien. Alain tuvo problemas de trabajo con el cierre del Continental, pero es muy talentoso y sé que saldrá adelante. Jan sigue muy bien en la UAM y también ha destacado en lo musical. Respecto a los Pechos Privilegiados, fue un año muy importante. Dimos de baja a Juan Óscar y en su lugar tomó el bajo Rafael Herrera, un cambio que benefició al grupo en lo musical (notoriamente) y sobre todo en su ambiente interno (también notoriamente). Era un cambio más que necesario para la salud mental de todos, incluido el propio Juan Óscar. Además, se han intregrado María Emilia Martínez como flautista y el Sr. González como percusionista. El disco va en un sesenta por ciento y en las próximas semanas estaremos grabando las partes de los músicos invitados. En cuanto a "La Mosca", aunque pasamos por momentos difíciles, dada la depresión de la industria editorial en general, logramos salir adelante con algunos sacrificios y espero que recuperemos terreno este año. Hubo muy buenas cosas sin embargo, como el programa de radio por internet (que se reanudará en febrero) y la inminente página en la red de la revista. En lo personal, el haber iniciado este blog diario y el blog en el cual estoy escribiendo la segunda parte de mi novela "Matar por Ángela" es una gran cosa para mí (a pesar de los riesgos que corro al contar cosas muy personales). En "Milenio" las cosas van muy bien. Mi columna “Cámara húngara” ha logrado prestigio y es bastante leída en todo el país. Para 2008 espero mucho. Creo que en 2007 sembré varias cosas que deberán fructificar en estos doce meses que vienen, incluido un viaje muy importante en mayo. No diré más de esa y de otras cuestiones para no quemarlas. En resumen: 2007 fue un buen año en lo personal, pero creo que 2008 puede ser aún mejor. Felicidades a todos.