Noroñas me da noroñas*

Semana de locos en el mundo. Al linchamiento de Gadafi (antes Kadafi), el anuncio de ETA de que depone las armas y los desórdenes en Grecia por el plan de austeridad gubernamental, se suman en México las broncas entre el PRI y el presidente de la república y la celebración de la Convención Internacional de Payasos (no, no es lo mismo, no se confunda usted). A ello habría que sumarle un par de notas más: el anuncio de la Secretaría de Educación Pública de que retirará el estudio de la filosofía como asignatura en los bachilleratos a su cargo y la intensa actividad del inefable Gerardo Fernández Noroña, en su papel de reventador de cuanta reunión en la Cámara de Diputados no le resulta simpática.

  Lo de las prepas me parece un despropósito bastante paradójico, dado que la SEP fue fundada precisamente por un filósofo, el controversial y fascinante José Vasconcelos. Parece que la idea es alinear a la escuela preparatoria con la visión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (la OCDE) para hacer estudiantes más productivos y menos pensantes, más “prácticos” y menos humanistas. Otro triunfo de la tecnocracia.

  En cuanto al buen Noroñas, luego de ver en You Tube su sketch ante el secretario del Trabajo, empujones incluidos, no puedo menos que decirle: Soy tu fan (un saludo a quienes hacen el programa homónimo para Once TV, en especial a mi estimada Maya Zapata). Mientras su jefe Peje se reúne con los mandamases de la radio y la tele para decirles que ya se va a portar bien y que si llega al poder no va a censurar a nadie (ajá), su pupilo sigue en la siembra de tempestades como el más radical de los radicales de Radicalandia.

  Honor a quien honor merece. Noroñas vive, la gran parodia sigue (lo de su secretaria es de antología). Sé que a muchos eso les provoca urticaria (como a Javier Lozano, quien insiste cada vez más en parecerse a Fernando Rivera Calderón) o les produce escalofríos. A mí, en todo caso, para parafrasear y de paso homenajear a los Polivoces y a aquellos sus memorables hermanos Lelos, las locuras de don Gerardo simplemente me dan… noroñas.

*Publicado el día de hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.