Ayer finalmente se fue. Hace ocho días, todo se encontraba normal y era imposible que yo hubiese sospechado, pensado algo malo. Las cosas cambian de golpe. Dramáticamente. Como cuando alguien muere... y el lunes pasado algo murió. A partir de ayer, ya no está aquí.
1 comentario:
Así como las muertes, hay que vivir el duelo, incluso, hay que disfrutarlo, porque quién sabe cuando se vuelva a suceder algo así. Hay que vivir, hay que dolerse, hay que aprender y resignarse.
Abrazo.
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