- La peor. Es un salchicha. Ya sabes, es un sustituto del
pene para mí.
-Oh, yo habría pensado que en ese caso tendrías un gran
danés.
Siempre me acuerdo de este diálogo de Manhattan de Woody
Allen (1979) cuando veo a la gente que pasea a sus perros. Aparte de que parece
que son los canes los que sacan a caminar a sus dueños, desde hace mucho me ha parecido
algo ridículo y hasta humillante –y no para dichas mascotas, sino para el
género humano– eso de andar con el perrillo encadenado por las calles. Bueno... y
cuando recuerdo la supuesta teoría freudiana del perro como sustituto del pene
para las mujeres, más risa me da. Basta cruzar el parque México de la colonia
Condesa para saber de qué estoy hablando.
1 comentario:
hay gente que exagera y se ve ridicula hablando en sus celulares y caminando a su perro, pero...si no es eso, que propones? que salgan a caminar sueltos y se den en la madre entre ellos? o que en pleno instinto salvaje le arranquen un pedazo de carne a alguien? o es que solo estas de acuerdo en tener mascotas de peluche?
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