sábado, 21 de abril de 2012

Los amorosos*

Dice Jaime Sabines, en su famoso (y hasta choteado) poema, que “los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los que olvidan” y por lo visto, también los que insultan e injurian sin contemplaciones.
  Uno no puede escribir un mero artículo de opinión que cuestione a su ídolo tropipop, a su mesiánico Niño Anacleto, porque de inmediato se lanzan al ataque con el cuchillo entre los dientes y el rencor a flor de piel. Son los amorosos de hoy, hijos de una república del amor que al parecer lo es sólo de nombre, ya que en los hechos sólo parece supurar odio, inquina, rabia. ¿Que exagero? No lo creo y para muestra bastan algunos botones.
  Hace ocho días escribí en este espacio un texto (“AMLO y la irrealidad”) y he aquí las amorosas reacciones de algunos amorosos tuiteros (la ortografía y la redacción son las originales):

@SilverlightPro: ya basta de decir tantas estupideces contra Lopez Obrador, eres un traidor vendepatrias.

Izquierdista Pensador @Ing_Villanueva: La realidad es que usted es un jodido derechista que ataca y compara con argumentos francamente vanos. Cuanto le pago calderon?

Adan Trejo @adant23: en cuanto te vendiste? Quieres otros 70 o 12 años de crisis, devaluaciones, desempleo, inseguridad?

victor hugo camacho @victorhugocama2: amigo con todo respeto creo que no tienes argumentos fidedignos creo que eres un bribon no eres objetivo

Georgy DaSilva @Viajeastral: Es normal toda la basura que hablas sobre Andrés Manuel. Que se podría esperar de alguien como tu. Y además trabajas en Milenio jaja

  No es que me asusten los improperios, lo que me brinca es la incongruencia entre el discurso amoroso del líder y el discurso de odio de sus fanáticos. ¿Ellos son los que quieren arribar al poder? ¿Para qué? ¿Para denostar a todo aquel que no comulgue con su jefe entronizado? ¿Para llevar el denuesto más allá y convertirlo en motivo de persecución? La historia está llena de ejemplos al respecto.
  Los amorosos callan… a quienes no piensan como ellos.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario.

3 comentarios:

Cuauhtémoc X dijo...

Querido Mr. Hugo:
Tiene mucho tiempo que no hacía comentario alguno a tus textos. Empecé a considerar a la mayoría de los que se hacen en estos espacios como intrascendentes,superficiales o francamente vulgares, de hecho me divierto y sorprendo del nivel de estupidez de muchos;además me cuestiono mucho de la real utilidad de las modernas redes sociales, en un país como el nuestro: mexiquitititito inc.
Aun sigo con puntualidad algunos de los blogs y medios en que publicas, sobre todos los musicales.

Yo he sido anulista en los procesos electorales recientes. Nadie satisface mis expectativas respecto a nuestro desarrollo como nación. Siempre había votado izquierda y de hecho fui funcionario de elección popular en mi pueblo por esta. Me ha frustrado una y otra vez la izquierda institucionalizada desde el ámbito local hasta el nacional. Por ello entiendo tu clara postura de crítica a eso que se dice izquierda, además de tu postura hacia AMLO, y de hecho comparto algunos de tus cuestionamientos.

Sin embargo, creo que nos encontramos en un profundo dilema. Elegir la continuidad de PAN con todo lo que ello significa, adherirnos a la fuerte posibilidad del regreso del PRI, o inclinarnos por esa izquierda perdida.

Vivo en un poblado semiurbano y turístico del Estado de México, aquí mataron al anterior Presidente Municipal, el narcomenudeo, los secuestros y desapariciones están a la orden del día,lo que por cierto es ocultado por los medios de comunicación u olvidado muy rápidamente; sufrimos un caciquismo de los "empresarios turísticos", esto es real no mero panfleto, quienes pagan sueldos miserables de $ 500.00 semanales y no permiten que otras empresas den mejores salarios; los jóvenes no tienen trabajo; las obras públicas estatales o municipales son una muestra rampante de la corrupción; las personas tienen que pertenecer a un organismo político para poder conseguir un trabajo medio digno(el cual no tengo, por cierto); los electores son "convencidos" por unas láminas, bultos de cemento o una despensa; los canales de televisión abierta tienen la mayor influencia en el entretenimiento y en la información a pesar de la televisión por cable o satelital; no existe un sólo periódico o revista críticos; el arte y la cultura son casi inexitentes; el poder legislativo, judicial y los organismos públicos autónomos estatales están supeditados al gobernador; la universidad pública es una extensión del gobierno estatal; la pobreza y las zonas marginales están por doquier; la gente en las comunidades rurales creen que el IEEM y el IFE son del gobierno y además del PRI; más subjetivamente, la simulación política, educativa y social rige nuestra sociedad; y un larguísimo etcétera.

Más allá de personajes, podemos comparar tu realidad de clasemedia que vive en una de las metrópolis más importantes del mundo, gobernada por la izquierda desde hace casi 15 años; a la realidad de nosotros los mexiquenses.

Por cierto, es verdad que la carretera Coatepec Harinas al Parque de los Venados no está terminada; además de que EPN tiene ca$a en mi pueblo a la cual siempre llega en helicóptero.

Por eso creo que tus críticas a AMLO, si bien pueden ser muy justificadas, tu trabajo como comentador de tu realidad pierde al no considerar las realidades de otros. Creo que también podrías usar tus espacios para comentar acerca de los demás candidatos presidenciales, imposible no considerar todo lo arriba mencionado, porque muy pronto puede ser la realidad nacional.

Sinceramente creo que su personal posición está muy cerca de la de Quadri y la de EPN, pero esa es mera suposición mía.

Finalmente, convencido de la futilidad de esto y de que fue un espacio de desahogo para mis angustias personales,te envío un afectuoso saludo.

A verdad que también existimos trolls medio corteses.

P. D. Chale que inutilidad Mr. Huguiño, ¿qué hacer?

Cuauhtémoc X dijo...

Por cierto sigo leyendo Milenio, pero el Milenio que admiraba se quedó en los principios del siglo.

Antonio Martínez dijo...

Yo tampoco soporto la falta de congruencia.