Siempre me he preciado de tener muchas y muy buenas amigas. Así ha sido sobre todo durante digamos la década más reciente. Con algunas tengo una relación muy estrecha, con otras no tanto. Las hay a quienes veo con cierta frecuencia y a otras sólo de vez en cuando. Las hay de carne y hueso y las hay virtuales (que con el tiempo llegan a convertirse en carne y hueso). En general las quiero mucho y de varias soy una especie de doctor corazón (por alguna razón les doy confianza). Todo estaba bien con ellas y lo sigue estando, menos con algunas con quienes de pronto, por cuestiones partidistas -ya que no podría decir que ideológicas-, he tenido ciertas diferencias.
Varias de ellas son antipeñistas y otras además abiertamente pejistas y se irritan cada vez que hago comentarios en Milenio, en este blog o en facebook. Con algunas he tenido discusiones y al menos ya van tres a quienes temo haber perdido por un buen tiempo, si no es que para siempre. Gajes del oficio de opinar de la manera como lo hago (hoy me decía Fernando Rivera Calderón, por teléfono, que cómo me gusta provocar... y sí, me gusta). Sin embargo y por fortuna, hay otras amigas que saben dialogar y otras más que concuerdan conmigo, entre ellas dos que son importantísimas en mi vida.
Hace seis años, en 2006, mis dos hermanos varones dejaron de dirigirme la palabra por completo, me echaron de sus vidas, por su filiación lopezobradorista. Uno falleció en 2008, el otro en 2010. Se me fueron sin que pudiéramos volver a hablar. No me querían ver, por mis críticas periodísticas a AMLO y por no creer en el supuesto fraude contra éste. Fue terriblemente doloroso y triste que se rompiera una unidad fraternal, una hermandad de décadas, de toda la vida, por causas en el fondo tan baladíes.
Las tres amigas que dejaron de hablarme no tienen real importancia en mi vida, pero son un signo de cómo la intolerancia y el rencor partidista se incuban dentro de una atmósfera de odio y encono. Eso nadie me lo ha contado, lo he vivido en carne propia. Lamentable, sí, pero así están las cosas.
6 comentarios:
No, no, mi hermano. Simplemente no lo entiendo Hugo. Eres un buen periodista, y qué dios me ayude, has sido clave para cierta generación de periodistas en formación -como tu servilleta- (tú y esa generación que incluye a Rafael y a Fernando y a Jairo, entre otros; nuestros héroes personales de juventud), pero lo que pasas por alto es que hay una línea delgada entre ser un "provocador" y ser un necio, un arrogante escupidor de netas. Tus opiniones, la mayoría, están viciadas por una bilis y una amargura que rayan en el odio. Lo cual está bien, quiero decir, todos somos libres de escupir netas a diestra y siniestra.Pero no hay sinceridad en tus palabras, hay una necedad por ser siempre el "outsider", la paria, el eternamente inconforme. Ese fanboyismo a ultranza que tanto has criticado en el rockcito nacional. Y yo sé ¿cómo medir la sinceridad, no es así? En fin, ¿no te has puesto a considerar que la culpa no la tienen los partidismos, ni las ideologías, sino que, tal vez, solo tal vez, es que seas un verdadero gilipollas? Por supuesto yo no lo sé, ni metería las manos al fuego para asegurarlo, pero ahí lo pongo. Saludo.
Hace 6 años perdí amigos porque no fui a las marchas, porque me negué a creer que todos los representantes de casilla pudieran ser comprados, por mantener la dichosa "postura crítica". Extraño a algunos, con absoluta sinceridad, pero sin intención real de retomar el contacto.
Después de promover el voto útil en el 2000 (qué vergüenza, jaja) mi abuelo me dejó de hablar un tiempo. Y luego, en cuanto el gobierno empezó a fallar, me cantó cada uno de los errores de Fox como si yo fuera su asesor premium. Lo dejé pasar: si uno tiene suerte y vive suficiente, siempre habrá más presidentes que abuelos :)
Me pone bien triste que haya gente que no entiende que la política y la democracia se tratan de vivir en sociedad, escuchar opiniones distintas y hasta mentarse un poco la madre... siempre que recordemos que la base de la sociedad es el entramado que formamos entre familia, amigos, vecinos, parejas. Pelear por un partído político es igual (o peor) de tarugo que pelearse por un Chivas-América. He dicho.
Y a provocar, ¡que si no hay discusión, la dialéctica no funciona!
Te equivocas por completo al juzgarme con toda clase de prejuicios (valga la paradija), Erik. Te acepto lo de necio y hasta lo de arrogante, pero jamás uso la bilis para escribir, no soy un amargado -de hecho soy una persona bastante feliz y alegre, como le consta a la gente que me rodea- y por supuesto que soy sincero en mis opiniones. ¿Un gilipollas? ¿Eres español o de dónde viene ese insulto tan de editorial ibérica? Puro prejuicio, prejuicio puro y temerario. Pero en fin.
Gracias, Coppelia. Bien sabes lo que quise decir y lo que he sentido. Te mando un grande y afectuoso abrazo. Hasta pronto.
Admiro tu posición, y afortunadamente no tengo hermanos en una posición tan dura. Por experiencia propia puedo decir que tu postura es la que generalmente prevalece en mi familia y mis allegados.
Desde el punto de vista periódistico celebro casi cada nota, post, o publicación de facebook que haces.
Al final de cuentas, creo que una visión prudente, crítica y libre de reacciones o prejuicios es para muy poca gente y así seguirá siendo, ojalá cambiara y fueran los más, pero la mayoría de la gente como dijiste hoy "sólo lee los encabezados".
QUE HACER MAESTRO ANTE TAL DISYUNTIVA?, USTED SABE LO QUE EL PRI REPRESENTA Y QUE NO ES OPCION PARA ENRUTAR LOS CAMINOS DE LA NACION, DARLE CONTINUIDAD A LA DERECHA, SERIA AVALAR LAS MUERTES DE MILES DE SERES HUMANOS? SE QUE NINGUNO SERA REALMENTE UN BUEN GOBERNANTE CREO QUE ESO NOS QUEDA CLARO A TODOS, NO VOTAR REALMENTE NO LE VEO UTILIDAD, ENTONCES, SOLO ENTONCES, VOTAR POR EL PRD, ¿NO SERIA BUENO, AUNQUE SEA PARA RECORDARLES A ESAS SANGUIJUELAS QUE NADIE TIENE SEGURO EL PODER PARA SIEMPRE, USTED ES UN LIDER IDEOLOGICO PARA MUCHOS, COMO PARA UN SERVIDOR ME GUSTARIA SABER SU OPINION, GRACIAS...
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