Terminé de ver la primera temporada de 24, una serie que nunca vi en su momento, salvo una breve etapa en la que medio me enganché con la cuarta o quinta temporada, aunque no la vi completa.
En cuanto a esta primera, grabada entre 2001 y 2002 (hace diez años ya), la verdad es que estuvo muy buena. Yo sé que a la serie se le oponen mil cuestionamientos de corte ideológico: que si es reaccionaria, que si es racista, que si es maniquea, etcétera. Puede que sí, puede que no. Yo prefiero verla como un programa de acción, un thriller perfectamente realizado, que en su momento presentó muchas novedades técnicas y de estructura narrativa (como que los veinticuatro capítulos que constituyen a la temporada correspondan a tan sólo un día y que todo vaya transcurriendo en tiempo real, durante esas veinticuatro horas).
Otro punto son las extraordinarias actuaciones y el perfecto diseño de personajes. Jack Bauer, el agente lleno de contradicciones y con un pasado turbio, es extraordinariamente interpretado por el gran Kiefer Sutherland y con él aparece un grupo de actores de primerísimo nivel. Hay muchos momentos en los cuales uno está al borde de la butaca (para usar un lugar común), pero hay muchos también capaces de conmover.
La historia en esta primera temporada es la de un grupo familiar (los Drazen), originario de algún lugar de los Balcanes (nunca queda claro si son croatas, servios o bosnios) y que quiere vengarse de Bauer y del senador David Palmer, candidato negro a la presidencia de los Estados Unidos por parte del Partido Demócrata (se adelantaron a la aparición de Barack Obama, quien para cuando se hizo esta temporada ni siquiera figuraba en la política norteamericana). Todo a causa de una misión secreta que los servicios de inteligencia del gobierno gringo llevaron a cabo años atrás en Europa Oriental y que costó la vida de la esposa y la hija del jefe del clan Drazen, Victor (interpretado por el genial e inolvidable Dennis Hopper). Por ello se decide acabar con la vida de ambos, pero todo se complica de una y mil maneras, en medio de un juego de idas y venidas, de vueltas de tuerca que resultan fantásticas y que nos llevan a descubrir al final la traición inesperada de alguien dentro del equipo de Bauer en la Unidad Antiterrorista.
No contaré más de la trama, aunque no me gustó la muerte, en el último capítulo, de uno de los personajes principales. Pero en general, esta primera temporada de 24 me gustó mucho.
2 comentarios:
Completamente de acuerdo. Fue una serie muy bien hecha que se ganó su lugar en este tránsito a la "TV de culto". Recuerdo varios artículos de gente que confesaba que nunca se había enganchado y que "24" cambió su percepción de la televisión: Vargas Llosa fue uno de ellos.
Yo recuerdo que al final no me gustó porque tuvo varios errores de argumento donde no era posible algunas situaciones previas con la solución que presentaron al final. A 10 años ya no me acuerdo exactamente en que se equivocaron, pero no me dieron ganas de ver mas temporadas.
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