La tan priista tradición del dedazo es algo que no se va. Forma parte de la cultura política mexicana, al lado de la cargada, el tapado, el carro completo y otras bonitas usanzas nacionales que son consustanciales a nuestro folclor autóctono.
Pero es del dedazo que quiero escribir hoy y de la permanencia de ese ente para nada anónimo que es el dedo elector. En las épocas cuando el PRI era el partidazo único e invencible (¿se acuerdan de la dictadura perfecta vargasllosana?), el Señor Presidente (así, con mayúsculas) designaba a su sucesor sin que alguien osara oponerse a ese derecho cuasi divino. ¿Han cambiado las cosas en la por siempre incipiente democracia mexicana? No mucho.
Para el 2018, al menos dos partidos harán uso del dedazo para nombrar a su candidato oficial a la presidencia de la república: el Revolucionario Institucional y Morena. Con todo lo desgastada que pueda estar la figura del primer mandatario, Enrique Peña Nieto será el gran elector priista y quien escogerá a su sucesor. La más reciente convención priista lo dejó muy en claro.
En cuanto a Morena, ¿alguien tiene alguna duda de quién hará uso del dedazo para proclamar a su candidato a la grande? Lo peculiar en este caso es que el gran elector morenista se designará a sí mismo (ya lo hizo, desde hace mucho, pero falta el trámite oficial y ese tipo de engorrosas formalidades). Andrés Manuel López Obrador será “el bueno”, por aclamación individual absoluta. ¿Alguien se opondrá a ello? Como exclamaría una querida amiga mía: obvio no. Dicen que el miedo no anda en burro y en Morena todos le temen al jefe y propietario ad æternum... y ad absurdum.
Así pues, Peña y López, como buenos tradicionalistas imbuidos de la cultura priista, harán pleno uso de sus facultades omnímodas para mantener al dedazo como uno de los usos y costumbres más preclaros de la idiosincracia nacional.
Después de todo, para recordar al buen Rius, en estas tierras aguantamos lo que sea: somos los supermachos... y los agachados.
PD: En Morena, al dedazo lo llaman encuesta.
(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)
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