sábado, 26 de agosto de 2017

A punta de dedazos

La tan priista tradición del dedazo es algo que no se va. Forma parte de la cultura política mexicana, al lado de la cargada, el tapado, el carro completo y otras bonitas usanzas nacionales que son consustanciales a nuestro folclor autóctono.
  Pero es del dedazo que quiero escribir hoy y de la permanencia de ese ente para nada anónimo que es el dedo elector. En las épocas cuando el PRI era el partidazo único e invencible (¿se acuerdan de la dictadura perfecta vargasllosana?), el Señor Presidente (así, con mayúsculas) designaba a su sucesor sin que alguien osara oponerse a ese derecho cuasi divino. ¿Han cambiado las cosas en la por siempre incipiente democracia mexicana? No mucho.
  Para el 2018, al menos dos partidos harán uso del dedazo para nombrar a su candidato oficial a la presidencia de la república: el Revolucionario Institucional y Morena. Con todo lo desgastada que pueda estar la figura del primer mandatario, Enrique Peña Nieto será el gran elector priista y quien escogerá a su sucesor. La más reciente convención priista lo dejó muy en claro.
  En cuanto a Morena, ¿alguien tiene alguna duda de quién hará uso del dedazo para proclamar a su candidato a la grande? Lo peculiar en este caso es que el gran elector morenista se designará a sí mismo (ya lo hizo, desde hace mucho, pero falta el trámite oficial y ese tipo de engorrosas formalidades). Andrés Manuel López Obrador será “el bueno”, por aclamación individual absoluta. ¿Alguien se opondrá a ello? Como exclamaría una querida amiga mía: obvio no. Dicen que el miedo no anda en burro y en Morena todos le temen al jefe y propietario ad æternum... y ad absurdum.
  Así pues, Peña y López, como buenos tradicionalistas imbuidos de la cultura priista, harán pleno uso de sus facultades omnímodas para mantener al dedazo como uno de los usos y costumbres más preclaros de la idiosincracia nacional.
  Después de todo, para recordar al buen Rius, en estas tierras aguantamos lo que sea: somos los supermachos... y los agachados.

PD: En Morena, al dedazo lo llaman encuesta.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)

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