El álbum favorito de muchos seguidores de The Cure, Pornography (1982) tardó mucho tiempo en ser considerado seriamente por la crítica, la cual lo calificó en sus tiempos como una obra hueca, pretenciosa, grotesca, granguiñolesca.
El disco que hoy está considerado como una de las piezas clave del rock gótico de los años ochenta, en su tiempo fue menospreciado por los especialistas, quienes suelen equivocarse nueve de cada diez veces con sus veredictos. Actualmente, con la perspectiva que da el tiempo, puede decirse que se trata de un trabajo excelente, si bien no alcanza los niveles de obra maestra que algunos le conceden de manera un tanto acrítica.
Hiperdepresivo, con una visión negrísima de la realidad, Pornography empieza estremecedoramente con "One Hundred Years", una composición que inicia de manera muy poco optimista con la frase: “No importa si todos morimos”. Otros cortes notable son la desoladora “The Hanging Garden”, la bizarra “Siamese Twins” –la cual describe con sardónica crudeza la traumática pérdida de la virginidad de un joven (¿el propio Robert Smith?) y que concluye con una pregunta desolada y atónita: “¿Acaso siempre es así?”– y la homónima “Pornography” –en la que se relata la caída sin remedio en la desesperación y la angustia, a pesar de los gritos finales que claman con iracundia: “¡Tengo que combatir este mal, encontrar una cura!”.
Un final dramático para un álbum aún más dramático, si bien musicalmente carece del necesario pulimento.
(Reseña que escribí originalmente para el Especial No. 5 de La Mosca en la Pared, dedicado a The Cure y publicado en noviembre de 2003)
1 comentario:
Me gustaría ese número de la revista
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