lunes, 15 de octubre de 2007

Sourire (Al fin otro lunes con P)


Lunes, lo que se llama lunes, no pasaba uno con P desde el pasado 3 de septiembre. Demasiado tiempo, dirían los clásicos. Digo, sí nos habíamos visto varias veces desde entonces (no las suficientes para mí, claro), pero en lunes, lo que se llama lunes, teníamos ya cuarenta y dos días de no vernos. Lo bueno es que todo se compensó, no sólo por la presencia maravillosa de esta adorada niña cuyo nombre inicia con la letra número diecinueve del alfabeto, sino por su actitud espléndida, como la de antes, cuando nos conocimos. Fuimos a comer al Vips que está a dos cuadras de mi casa (P tenía antojo de la sopa de tortilla de ese lugar) y platicamos a nuestras anchas durante largo rato. Sorpresivamente para mí, me propuso vernos este miércoles y luego el sábado (aparte de que ya habíamos quedado en vernos el jueves en la nochecita). ¿Será verdad tanta belleza? Esta misma semana lo iré sabiendo. Todavía estuvimos un buen rato en mi depto, hasta que dieron las seis y tuvo que irse. Como de costumbre, la acompañé a tomar el metrobús y la vi partir, ¿hasta pasado mañana?

No hay comentarios.: