Cincuenta y tres marzos

¿Por qué será que no me siento de la edad que tengo? Digo, yo vine al mundo el 26 de marzo de 1955 al filo del mediodía, lo cual significa que hoy cumplo cincuenta y tres primaveras. Sin embargo, como que no lo capto, como que mi ánimo, mi sentir, mi manera de ver la vida y los mil planes y proyectos que llenan mi existencia me dicen que en realidad soy mucho menor. Si es cierta la frase de Groucho Marx y uno tiene la edad de la mujer que ama y yo amo a dos mujeres -una que en agosto cumplirá veinticuatro y otra que en septiembre cumplirá treinta-, entonces… (hagamos un promedio)…, en realidad tengo veintisiete añitos. Sí, eso va mucho más con mi forma de ser y de existir. Très bien. Pues bueno, el caso es que hoy es el día de mi cumpleaños (soy Aries con ascendente Cáncer) y aunque este onomástico me tocó esta vez en un periodo de cambio fuerte (por lo de La Mosca, claro), me siento muy contento de arribar a los diez lustros más tres anualidades (con intereses) del modo como llego. Estoy sano, lleno de amor y de humor, de entusiasmo, de creatividad, de ganas por emprender nuevas cosas. Tengo dos hijos maravillosos, dos “hijas” adorables, un sinfín de preciosas amigas a quienes frecuento o me frecuentan, un limitado pero estupendo grupo de amigos, toco y canto en una banda de rock y blues, me llevo muy bien con mi ex esposa y su familia sigue siendo la mía, tengo a mi madre y a mis hermanos (aunque los dos varones, Sergio y Jorge, no me quieran en estos momentos, porque no profeso la religión pejista), tengo a mi padre que me protege y me ayuda desde el cielo con diamantes (estoy absolutamente cierto de eso), escribo una columna sabatina en uno de los mejores diarios de este país (Milenio), mantengo vivo el proyecto de La Mosca (aunque me la hayan puesto a dormir temporalmente), tengo dos libros publicados, una novela inédita y una en proceso de escritura cibernética que por ahora se llama Matar por Ángela 2 (http://matarporangela2.blogspot.com), hay dos proyectos escriturales más en puerta, sigo componiendo canciones con cierta frecuencia, el disco de Los Pechos Privilegiados debe aparecer este año, tengo un viaje esplendoroso en stand by… En fin, si para algo estoy incapacitado es para aburrirme. Me siento un hombre feliz. Amo a este país y a esta ciudad. Amo a quienes me rodean con su afecto… y le sigo yendo a los Pumas. Cincuenta y tres años. La verdad, estoy orgulloso de cumplirlos.

(La foto me la tomó una de mis dos "hijas", la que nació en agosto. Nótense la sonrisa y los ojos de amor con los cuales la miro)