viernes, 4 de abril de 2008

Signos (Táctica judoka)


Creo firmemente que abril es el mes en el cual se abrirán nuevas perspectivas y nuevas luces iluminarán mi camino y el de quienes de una u otra manera me rodean. Hoy, por ejemplo, me llamó Marisa de León, de Milenio Radio, para proponerme la reanudación de mi intervención radiofónica semanal en el noticiario matutino de Multimedios Monterrey. Se trata de comentar telefónicamente, cada sábado, el contenido de mi columna “Cámara húngara” de ese día. Acepté con gusto. Empiezo mañana mismo, entre las once y cuarto y las once y media de la mañana. Ojalá quienes vivan en Monterrey y sus alrededores puedan escucharme cada semana.

El de hoy fue un buen día, con una noche aún mejor. Resulta que como ella no estuvo en el DF el día de mi cumpleaños, me invitó a cenar (“con todos los gastos pagados”) y fuimos al restaurante japonés “Daruma” (ella lo eligió), a un costado del Parque Hundido. Fueron dos horas deliciosas, por la comida pero sobre todo por su compañía. Ya me hacía mucha falta estar a su lado de ese modo. Aparte de que se veía preciosa, charlamos muy a gusto y nos reímos mucho. Su vitalidad es contagiosa. Regresamos a pie a mi casa, donde estuvimos una hora más, hasta que vinieron por ella porque tenía un compromiso con su hermano. En verdad, me basta con verla para llenarme de vida, de alegría, de ganas de hacer muchas cosas. Sé que la situación objetiva respecto a ella en estos momentos no me favorece, pero confío en que tarde o temprano el peso de las cosas haga que dicha situación comience a inclinarse a mi favor. Es como en el judo. Tengo que usar la fuerza de mi rival para derrotarlo, aprovechar sus pifias con paciencia, sin tratar de forzar las circunstancias. Ya empezó a cometer algunos errores y los va a seguir cometiendo. La patanería no tiene remedio, aunque quiera disfrazarse de bonhomía. Ella es una mujer a quien adoro y no la pienso perder.

1 comentario:

Decireves dijo...

Si hubiera (pero como dicen que el hubiera no existe) leido este post mas tempra don Hugo chance y hasta lo estuvieramos escuchando, ahi para la otra, saludos desde Monterrey.