jueves, 18 de septiembre de 2008

París, día 10 (Del Louvre a Les Artistes)


Día incomún, insólito, inesperado después de los inmediatamente anteriores: día sin broncas interpersonales. Cinco horas en el Louvre y vimos si acaso la mitad. Pero valió mucho la pena, sobre todo en las salas de cultura egipcia (los sarcófagos, las esfinges, las estatuillas zoomorfas -gatos, cocodrilos, halcones, papiones sagrados-, los papiros), medieval (miniaturas increíbles, la espada de Carlomagno) y de pintura italiana. Vimos las tres obras obligadas: la Mona Lisa, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia. Cuando contemplábamos embelesados algunas esculturas italianas (Miguel Ángel hacía acto de presencia), el sonido local pidió el desalojo del museo sin especificar razones. Paulina se asustó y quiso salir de inmediato, Yo traté de calmarla y fue el único momento, digamos, de ligera desavenencia. Pronto vimos que se había tratado de una falsa alarma y se nos dijo que todo estaba en orden, por lo que seguimos nuestro recorrido por el gigantesco palacio e incluso ella me tomó una foto bajo el cuadro de Napoleón III (ver). Salimos a las cinco de la tarde. Larga caminata por la rive gauche del Sena para mirar los puestos de libros viejos y recuerdos. Comimos un hot dog francés (en realidad es una baguette con salchicha y queso fundido, buenísima), sentados en la explanada del Centro George Pompidou. Era otra Paulina, la misma que conocí desde el año pasado; nada que ver con la de ayer en la trattoria. Había que disfrutar el momento.

Ya en la noche, nos lanzamos hasta el metro Pasteur (línea 12), cerca de Montparnasse, en donde nos vimos con mi sobrina María Fernanda, su esposo Jean Marie y su pequeña hija Mathilde (ver foto). Nos llevaron a un restaurante cercano, de comida típica francesa, llamado Les Artistes. Fue una velada absolutamente disfrutable. El calor y simpatía de nuestros anfitriones fueron perfectos. La comida muy rica. El vino y la cerveza, deliciosos. Al final, nos dieron un aventón hasta nuestro hotel ¡y no hubo discusión antes de dormir! Ah, si todos los días del viaje hubieran sido como éste...

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