domingo, 19 de diciembre de 2010

Tormenta de sangre


Esta tarde estuve en la presentación del libro Tormenta de sangre, escrito por Chico Migraña y Arthur Alan Gore, quienes me habían invitado a escribir el prólogo y hoy me invitaron como presentador. Llegué poco antes de las cinco al bar Centenario 197, ubicado en Avenida Centenario 107 (claro), en Coyoacán. Yo sé que en México ser puntual es un defecto y que no aprendo, así que como de costumbre arribé cuando aún había muy pocas personas, entre ellas, afortunadamente, las editoras Jocelyn Pantoja y Violeta (no supe su apellido). Los autores llegaron como a las cinco y cuarto y se encontraron con la novedad de que el dueño del lugar no estaba y los empleados del lugar no tenían la más remota idea de que esa tarde iba a llevarse a cabo ahí la presentación de un libro. Así pues, mientras el público iba llegando, Arturo y Jocelyn tuvieron que hacer mil malabares para conseguir un cable de micrófono y una vez que lo fueron a comprar, resultó que el micro... estaba roto por dentro y no servía. ¡Ja! Una cerveza y la plática con algunas personas sirvieron para hacer llevadera la espera. Por fin, a las seis y media se decidió comenzar, aunque tendríamos que hablar sin micrófono. Ni modo. De los otros tres o cuatro ponentes anunciados, ninguno apareció y fui el único. Hablé unos minutos y dado que Tormenta de sangre es un libro sobre anécdotas periodísticas y musicales, conté mi propia anécdota de cuando (por decirlo de alguna manera) Ocesa y La Mosca en la Pared rompieron relaciones diplomáticas. Fue divertido. Luego hablaron el chavo que hizo las ilustraciones del volumen y cada uno de los autores. Justo al terminar la presentación y al acallarse el último aplauso, apareció el dueño del lugar… ¡con un micrófono! Nos dio mucha risa, mas para aprovecharlo, Arturo me pidió leer el prólogo que escribí.
Fue muy chistoso todo. Estuve un rato más. Saludé a algunas personas (entre ellas a mi amiga de facebook, la excelente fotógrafa Rebeca Martell) y salí de ahí poco antes de las ocho.
Por cierto, recomiendo Tormenta de sangre. Está muy entretenido.