Hoy pasé la tarde con Denisse en el castillo de Chapultepec. Nos vimos a las doce en el metrobús Balderas y de ahí nos fuimos en metro hasta la entrada del bosque (por cierto que en el vagón iba un dibujante asombroso: sentado en su lugar, miraba a una persona y comenzaba a trazar a lápiz el retrato sin ver lo que dibujaba... ¡y el retrato era idéntico! Impresionante. Creo que debimos hablarle o pedirle su número telefónico para entrevistarlo. Igual jamás lo volveremos a ver).
Caminamos hasta el pie del Cerro del Chapulín y abordamos el trenecito que sube hasta la entrada del castillo. Pagamos la entrada y pasamos cuatro horas fascinantes en el lugar. Yo no iba desde hacía cuando menos treinta años, si no es que más. Largo sería describir todo lo que vimos, pero cada sala, cada patio, cada espacio, cada rincón esconde diversas maravillas de nuestra historia. Realmente fue muy emocionante estar ahí de nuevo y creo que Dení lo disfrutó tanto como yo. Tomamos y nos tomamos muchas fotos (algunas las subí a mi facebook). Fue una gran tarde. Salimos de ahí como a las cinco y de regreso pasamos a comer al Potzolcalli de la Nápoles. El resto del día lo pasamos en mi casa, viendo capítulos de La reina del Sur. Un día estupendo.
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