Ayer desayuné con Fernando Rivera Calderón. Nos vimos en un Vips cerca de su casa, por los rumbos de Coyoacán. Todo muy agradable. Pudimos ponernos al día y vaya que han cambiado muchas cosas en su vida y en la mía en estos meses. En lo personal y en lo profesional. Pero siempre es un gusto ver al buen Fer. Del restaurante caminamos a su nueva casa, la cual yo no conocía. Está muy amplia y soleada, ubicada en una privada muy tranquila. Ahí estuvimos otro rato, charlando de música, de política, de los amigos mutuos, de las respectivas familias, de mujeres. De mujeres.
Quedé de verlo en su próxima presentación en concierto o en teatro. Una muy buena mañana.
1 comentario:
pensé que era con Fher, de Maná
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