domingo, 23 de septiembre de 2007
Los Kinks y yo
Referirme a los Kinks implica una buena cantidad de sentimientos y vivencias memorables. Muchos de mis allegados saben que se trata de mi banda favorita de todos los tiempos. Me enamoré de su música desde que era un adolescente, allá a mediados de los años sesenta, y desde entonces el romance no sólo ha continuado sino que incluso se ha hecho más profundo y sentido. Con sus altas y sus bajas (como toda relación sentimental que se respete), la música de este grupo y sobre todo la compuesta por Ray Davies –el cerebro, el corazón, la sangre, la mente maestra, la esencia de The Kinks- me ha acompañado desde siempre y me ha hecho entender al rock desde un punto de vista que en varias ocasiones difiere de lo establecido. Davies es un crítico de la sociedad, de la política, de las costumbres, pero no es un crítico amargo a quien le gane el odio de clase (su origen es popular, ya que proviene de los barrios obreros del norte de Londres), sino que sus comentarios siempre están barnizados de divertida ironía, de sonriente sarcasmo, de contagioso buen humor, así como también de afabilidad, de nobleza, de compasión y de ternura. Se trata de un humanista en el más pleno sentido de la palabra, de un hombre que siempre se ha negado a seguir las corrientes imperantes -en la industria musical o en cualquier otro campo- y que ha hecho lo que considera correcto para él, como artista y como ser humano. Congruencia, consistencia y constancia han sido algunos de sus principales atributos personales, así como genio, talento y una creatividad sin límites han sido sus grandes divisas como artista. Hablar de su vida, de sus canciones, de sus álbumes, de su obra toda es lo que estará contenido en el número especial de La Mosca sobre los Kinks, un número que aparecerá a mediados de octubre y que para mí significa muchísimo, pues lleva en sus páginas toda la admiración, todo el cariño, todo el amor y toda la emoción que me siguen provocando la música y las letras de Ray Davies y sus acompañantes, muy en especial su hermano, ese guitarrista extraordinario que es Dave Davies. Son muchas las bandas y los solistas que me llenan y no podría contarlos con los dedos de mis manos. Sin embargo, hay una agrupación a la que puedo señalar como la más entrañable de todas: los Kinks.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
4 comentarios:
Por favor...una referencia explicita (si es que el numero todavia esta en proceso de..) sobre los parecidos entre Blur y The Kinks, aparte toda esa onda de grupos que quieren tocar como Los Kinks pero con guitarreos mas secotes y agresivos (The Horrors, Arctic Monkeys...)
dese una vuelta o deleitese con un numero especial de La Mosca y Madonna, ya tiene rato que la hice pero creo que no ha perdido la belleza...jejeje
saludos Don...
http://photos1.blogger.com/blogger/3988/2502/1600/Mosca-ficticia.jpg
El especial de Santana estuvo sensacional. Me imagino que el de The Kinks también lo estará.
Todo va bien, excepto que se han olvidado de alguien importante de los sesenta. Escriban sobre ella, y sobre Frank Zappa, y ya después de ellos escriban sobre los que se les de la gana. Me refiero a la pequeña niña trista: Janis Joplin.
Saludos.
disfrutaré el especial de los KInks como lo he hecho con todos los especiales de la Mosca... el último especial que adquirí es el de "El Gigante de Tupelo"... 30 aniversario luctuoso...
los que estan de lujo son el de Pink Floyd.. Jimi Hendrix... Bob Marley... Creedence Clearwater Revival... Bob Dylan... The rolling Stones... y pa' que seguir con la lista... todos los especiales de la Mosca estan de lujo...
pero yo también quiero un especial de Janis Joplin "la perla"...
but... you really got me... now...
UN especial de Van Der Graff Generator ¡¡¡por favor!!!
Publicar un comentario