domingo, 8 de junio de 2008

El misterio del oso de peluche


Ayer sábado fui a Tlalpan para visitar a mi mamá, quien desde que falleció mi hermano Jorge -hace poco más de un mes- vive sola en la casa que ambos compartían. Doña Rebeca deseaba enseñarme algunos papeles, fotos y objetos míos que conservaba desde hace años y que me quería devolver, para ver qué me servía y qué no. Resulta que entre tarjetas de calificaciones de la primaria (híjole, sí que era un niño aplicado: puros nueves y dieces) y la secundaria (ahí mi aplicación al estudio disminuyó de manera considerable), fotografías de las cuales ya no me acordaba, documentos inservibles y/o entrañables (como mi carta de buena conducta de la primaria o un certificado de estudios de la Alianza Francesa de San Ángel) y hasta mi álbum de bebé, entre todas esas cosas apareció un osito de peluche de color azul claro que según mi mamá era mío. Yo no lo recuerdo. Para mí, el único oso de peluche oficial que tuve y que aún conservo es Pini, quien me ha acompañado a lo largo de más de medio siglo y hoy luce despeluchado y con un solo ojo (ver foto). ¿De dónde salió ese osito azulado? ¿Cómo se llama? ¿Cuáles son sus intenciones al aparecer tan de repente? ¿Cuál es el mensaje que me manda el destino por medio de tal muñeco? No lo sé. Por lo pronto, no me lo traje, aunque sé que terminaré por hacerlo. Quién sabe. A lo mejor el Pini sí se acuerda de él y hace que yo recupere la memoria al respecto.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando sale el nuevo numero de la Mosca en la Pared? aca en mi ranche por mas que la busque me dijeron que nunca llego =S

la ultima que llego fue la de Mars Volta en la portada

Que onda con eso mi Hugo? se atraso, ya no se distribuyo? o lo que es peor se acabo alla y ya no hubo para mandar pa aca? jeje

espero y me respondas

Saludos

Anónimo dijo...

Vine hace 3 segundos y no había nada. Damn!


Ternura total: quiero saber de Pini.

Hugo García Michel dijo...

Fracto: Andas atrasado de noticias. La Mosca en la Pared dejó de aparecer desde marzo, pero estamos empeñados en regresar pronto, de uno u otro modo, con el mismo nombre o con otro.

Ángela (llevas el nombre de la protagonista de mi primera novela): Cuando quieras te cuento la historia de Pini.

Cecilia Guadarrama dijo...

Snif...
Qué sacudidas nos dan, a veces, las cosas materiales que se van hundiendo en nuestros horrorcitos cotidianos (Andrés Bustamante dixit).
Pero suena bien.
Saludos :)

Anónimo dijo...

me recuerda al capitulo de los simpsons en el que el señor Burns no puede dormir porque recuerda a su oso de la niñez, el oso en cuestion se llamaba "bobo".... y luego resulta que la maggie lo tiene y se arma una buena historia para que el señor Burns lo recupere.... =)

Unknown dijo...

Esta bien padre el oso, es en serio.

Saludos.

Elis D. dijo...

es una necesidad o necedad infantil, el que todos (me incluyo)tuvimos un oso de peluche, o de tela o de lo que sea pero oso al fin, ya resulta a estas alturas un lugar común, deberíamos enseñar a los nuevos niños a ser un poco más originales, mi sobrino de 6 años anda por todos lados con su dinosaurio, mi hermana tenia al Rayo de Jalisco tamaño familiar por mencionar ejemplos,

Saludos don Hugo, por cierto, el mío se llama Líber, y si también ya solo tiene un ojo.

Chico Migraña dijo...

Curiosamente este fin de semana yo también ecudriñé algunos cajones en casa de mis papás, también me topé con mis calificaciones de casi toda una vida.
Nunca fui de dieces, tal vez algunos nueves, pero en general fui estudiante poco memorable. Con mezcla de sopresa, gusto y temor porque ahora tengo dos hijos vi que en segundo de secundaria, un 61 que saqué fue el promedio de faltas a clase. Vaya recuerdos.

Saludos moscosos