miércoles, 11 de marzo de 2009

La agonía de una mosca


Ese es el nombre de un poema mío que encontré el otro día en un viejo cuaderno. Está fechado el 4 de junio de 1972 (hace casi treinta y siete años, cuando yo tenía diecisiete) y no deja de ser curioso que lleve el nombre de la revista que fundaríamos veintidós años después, en 1994. Sin embargo, el texto se refiere a una mosca del reino animal, a un insecto al que vi, según recuerdo, mientras agonizaba en mi casa (en ese entonces, yo vivía con mi familia en el número 84 de la calle Magisterio Nacional, en Tlalpan). Lo reproduzco como una curiosidad, justo cuando la otra Mosca da visos de despertar de su segunda hibernación o de reencarnar con otra forma. Helo aquí:

Un zumbido doloroso.
Volteo al suelo,
Ahí estás, pequeña, muriendo,
revolcándote con un dolor que no alcanzo a comprender.
Te revuelcas desesperada,
tal vez esperando por un pisotón que termine con tu agonía.
Agonía animal,
pero igual de triste.
¿Y quién se da cuenta de que mueres?
Nadie.
¿A quién le importa?
Mosca molesta y sucia,
mosca negra y golosa,
mosca.
¿Cuál es la razón de tu existir?
¿Acaso sirves para algo
o estás señalada con la mancha de lo indeseable?
¿Acaso eres mala?
¿Más mala que yo?
No, ni pensarlo.
Mosca, insecto, hombre.
Mosca triste e incapaz.
Mueres y me duele,
aunque no sirvas.
Ojalá lo entendieras.
Mosca, mañana estarás muerta
o tal vez en tres segundos,
pero no hiciste caer a tu madre.
Mosca, te amo.

4 comentarios:

Walrus dijo...

Yo tambien te amo mosca

Su Satánica Majestad dijo...

¡Qué bonito poema!

Te invito a leer el mío. Es sobre la comida de la mosca (es en serio).

Es la más reciente entrada de mi blog:

http://theclownisnotdeadyet.blogspot.com/2009/03/hablando-de-calabaza.html

¡Saludos, Hugo!

Edgar López dijo...

Perfecto.
Tu relax y disfruta la concepción.

Anónimo dijo...

¿Cuantos momentos aparentemente insignificativos marcan nuestra vida?, me he puesto a pensar despues de leer este publicado y el poema que representa una forma filosofica de la vida.