martes, 7 de septiembre de 2010

Inundado


Si hace unos días me angustiaba por la falta de agua en mi casa (la bomba del edificio se averió y estuvimos una semana y media sin -como dice el lugar común- el vital líquido), ahora me doy de topes porque hay una fuga en mi cocina y ésta se inunda lenta pero inexorablemente. Tengo las manos adoloridas de tanto exprimir jergas y como este mes no he cobrado aún, no puedo llamar al plomero para que repare el desperfecto (supongo que una de las viejas cañerías del departamento se tronó o se abrió o qué sé yo). Ni siquiera al cerrar la llave de paso deja de filtrarse el agua. En fin, me vi imposibilitado de salir de aquí y debí cancelar el programa de radio de hoy (una ausencia de cuatro o cinco horas habría significado que el charco llegara hasta la sala).

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