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A la noche
Así que has vuelto, vieja Noche de alas negras,
como un pájaro inmenso entre nosotros y el sol.
Ocultas, con tus desplegadas formas, la tersa luz
e inmóvil, bajo el plumaje pardo y nebuloso de tu pecho
helado, fomentas una plaga henchida de bruma
y embrionarias tormentas y hurañas escarchas que eluden
la caricia templada del día. Los búhos, desde el anillo de hiedra,
lanzan su clamoroso homenaje: al cernirte en lo alto,
como córvido sable que detiene su ansioso descenso,
del oscuro mundo sacias tu mirada opaca
y aguardas en silencio el mortal alarido del instante postrero,
cuando abandones tu nido en el firmamento
para apresar al mundo con tu garra vehemente
y enterrar tiempo, muerte y sustancia en tu buche abismal.
Thomas Lovell Beddoes (1803-1849)
1 comentario:
Muy buen poema!
muy buen autor!
excelente!
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