La primera obra maestra de The Who y su primer disco con sentido conceptual (una de las obsesiones de Pete Townshend). The Who Sell Out (1967) es un álbum espléndido por donde quiera que se analice. Homenaje a las estaciones radiales piratas que tanto apoyaron al grupo en sus inicios y que fueron prohibidas en Inglaterra y precariamente sustituidas por la BBC 1, este trabajo no sólo contiene grandes composiciones –“I Can See for Miles”, “Mary Anne with the Shaky Hand” (todo un canto irónico a la masturbación al igual que sucede en “Pictures of Lily”), “I Can’t Reach You”, “Odorono”, “Tattoo”, “Relay”, “Armenia City in the Sky”, “Rael” (otra mini ópera, en dos partes)–, sino una hilación progresiva en la cual los cortes van unidos por falsos anuncios promocionales de Radio London, una de las emisoras piratas a las cuales se rinde tributo.
Inscrito en plena etapa psicodélica, Sell Out muestra que los Who eran mucho más que una bandita británica del montón, de esas que surgieron durante la llamada Ola Inglesa y que, por el contrario, se trataba de una agrupación que podría trascender y que se encontraba en un nivel paralelo al de los Beatles, los Rolling Stones y los Kinks. Poderoso y melódico, fuerte y armónico, entusiasta y dulce, The Who Sell Out permanece como uno de los grandes álbumes de los sesenta.
(Reseña que escribí originalmente para el Especial No. 11 de La Mosca en la Pared, dedicado a The Who y publicado en marzo de 2008)
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