Recuperado de su problema con las drogas pero también de sus habituales depresiones, el guitarrista muestra aquí un talante casi optimista y lo confirma a lo largo de diez cortes sin desperdicio. El tema más notorio es, por supuesto, “I Shot the Sheriff”, la composición de Bob Marley con la cual el jamaiquino prácticamente fue dado a conocer al mundo, gracias a la apasionada versión claptoniana. Sin embargo, hay otras canciones igualmente notables. Desde las originales “Give Me Strength” y “Let It Grow” (una especie de himno) hasta los extraordinarios blueses “Steady Rollin’ Man” de Robert Johnson, “I Can’t Hold Out” de Elmore James y el tradicional “Motherless Children” con que inicia el disco.
También destacan ese grandioso y divertido rhythm and blues que es “Willie and the Hand Jive” de Johnny Otis y la muy bella pieza “Get Ready”, con la preciosa voz de Yvonne Elliman como compañía.
Una obra espléndida.
(Reseña que escribí originalmente para el Especial de La Mosca en la Pared No. 38, de marzo de 2007).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario