Entre el fárrago de información que surge de manera cotidiana en los medios, en especial aquella que nos entregan día con día el presidente electo y sus huestes, incluidos sus personeros en las cámaras de diputados y senadores, un hecho que ha pasado prácticamente de noche y que lleva ya varios meses es el de la nueva y morenísima TV UNAM.
El cambio en la emisora de nuestra máxima casa de estudios se dio a partir de que Jorge Volpi, coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México, nombró al cineasta Armando Casas como director de la estación (y de paso a Benito Taibo –¿les suena el apellido?– como director de Radio UNAM). Esto sucedió hace casi dos años, en diciembre de 2016, tiempo a partir del cual Casas se ha dado a la tarea de morenizar al canal sin rubor alguno.
Para comprobar este aserto basta con analizar la barra de programación de TV UNAM y ver cuáles son algunos de sus programas estelares, cuando menos los que están relacionados con el análisis (es un decir) y la política, y quienes son sus conductores e invitados. Tres botones de muestra: Diálogos por la democracia, Diametral y El Chamuco.
Diálogos por la democracia está conducido por John Ackerman; Diametral, por Temoris Grecko y El Chamuco, por los caricaturistas de La Jornada Antonio Helguera y José Hernández. Ya con esos nombres bastaría para adivinar el sesgo de las tres emisiones y sí: se trata de producciones totalmente maniqueas que mantienen el tono polarizante de “nosotros somos los buenos y ellos son los malos” que ha mantenido su mentor ideológico (lo de ideológico es un decir, por supuesto), Andrés Manuel López Obrador. Dicho sesgo se confirma con los invitados que acuden a esos programas, invitados a modo que comparten la misma línea de los conductores. Así, han pasado por esas series personajes como Paco Ignacio Taibo II, Sanjuana Martínez, Alfredo Jalife, Edgardo Buscaglia, Jorge Ramos, Elena Poniatowska, Epigmenio Ibarra, El Fisgón, Alejandro Encinas, Carmen Aristegui, Julio Astillero, Jenaro Villamil y hasta futuros funcionarios del gobierno obradorista como Alfonso Romo, María Luisa Albores, Adelfo Regino y la alucinante y alucinada Elena Álvarez-Buylla, entre otros. Nadie que desentone, nadie que contradiga, nadie que pueda resultar sospechoso de ser un fifí o de pertenecer a la mafia en el poder. Bueno, incluso el programa de revista de la propia televisora universitaria, La hora elástica, es conducido por Fernando Rivera Calderón, autor de ese himno protomorenista que es “Yo te AMLO”.
¿Es correcto que la estación oficial de la UNAM esté en manos de un sector político, en detrimento de la pluralidad y la universalidad de ideas que deberían ser consustanciales a nuestra máxima casa de estudios? ¿Es justo que TV UNAM se haya entregado a una facción y dejé afuera a cualquiera que mantenga puntos de vista diferentes a la línea del próximo gobierno?
Al inicio de cada programa aparece un aviso (con un pésimo uso de las comas), el cual afirma que TV UNAM es un medio de comunicación que promueve el diálogo, la diversidad y la libertad de expresión en un marco crítico y respetuoso. No es así. El canal de nuestra principal universidad ha sido entregado a un grupo que si algo no promueve es el diálogo y la diversidad y que sólo respeta la propia libertad de expresión y no la de los demás y eso es algo que resulta altamente lamentable.
¿Diálogos por la democracia? Ni la burla perdonan,
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