Allen Toussaint permanece como uno de los músicos emblemáticos de
Nueva Orleans y de la región del sur profundo estadounidense, ese deep south
presidido por la majestuosidad del delta del río Mississippi. Delta del
Mississippi: fuente de leyendas mágicas, de historias extraordinarias,
de novelas que narran aventuras de épico humorismo y delirante
romanticismo; la zona donde Mark Twain dio vida a Huckleberry Finn, a
Tom Sawyer y a Pudd’nhead Wilson. Delta del Mississippi: sinónimo de
riqueza y miseria, de señores feudales blancos y de humillados esclavos
negros. La cuna de la música afroestadounidense, del blues como género
primigenio y manantial de mucho de lo que sobrevino después.
The Bright Mississippi es un disco que hace un perfecto
homenaje musical a ese río y a todo lo que representa y ha representado a
lo largo de más de tres siglos. Ecléctico y variado, el más reciente
trabajo de Toussaint presenta una docena de temas que tocan al jazz, al
blues y a la música criolla (creole). El énfasis está dado en
la sensibilidad neoorleansina (si se me permite el término) y su muy
particular manera de tratar a la música, con ese mestizaje que relaciona
a lo negro (el blues) con lo blanco (el country), más ese toque francés
propio de la Louisiana. Es por ello que los doce temas que recorren a
este trabajo nos iluminan, nos llenan de gozo y de nostalgia, pero
también nos enseñan lo que es una verdadera fusión racial traducida en
notas musicales.
Producido por Joe Henry, el mismo que trabajó con Allen Toussaint en su fantástico álbum a dueto con Elvis Costello (The River in Reverse, 2006), The Bright Mississippi es
una obra de sonido limpio, impecable, pero que no pierde un ápice del
fuego propio de la música del sur de los Estados Unidos y conserva su
alma, esa alma ardorosa, desafiante, provocativa. Para lograr un disco
tan poderoso y a la vez tan conmovedor, Toussaint supo rodearse de una
pléyade de instrumentistas de primer orden. Ahí están el clarinetista
Don Byron, el saxofonista Joshua Redman, el trompetista Nicholas Payton,
el guitarrista Marc Ribot y el pianista Brad Mehldau, es decir, músicos
de primerísimo orden y de la primerísima división del jazz actual… y
qué decir del material reunido, de las melodías que conforman el plato.
Temas de Duke Ellington (“Day Dream”, “Solitude”), Django Reinhardt (“Blue Drag”), Sidney Bechet (“Egyptian Fantasy”), Jelly Roll
Morton (“Winin’ Boy Blues”), Thelonius Monk (“Bright Mississippi”),
Leonard Feather (“Long, Long Journey”, un blues maravilloso, la única
pieza cantada del álbum) y composiciones tradicionales (“St. James
Infirmary”, “Just a Closer Walk with Thee”) son parte de esta obra
espléndida, en la cual el piano de Allen Toussaint brilla también por
méritos propios y demuestra que a sus 71 años, el hombre sigue siendo
tan buen director y arreglista como intérprete de su instrumento (lo que
demuestra en el tema “Dear Old Southland” de Raymond Bloch, una especie
de medley con referencias a grandes clásicas como “St. Louis Blues”, “Summertime” y otras varias).
The Bright Mississippi, un disco tan brillante y luminoso
como su propio título. Una maravilla jazzística de primer orden. Sobra
decir que resulta perfectamente recomendable.
(Reseña que escribí hace diez años para la revista Nexos)
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