El disco por antonomasia de David Bowie, su obra mayor. ¿O es que se le ha sobrevalorado durante cuarenta y siete años? Si en The Man Who Sold the World hubo intentos de hacer uin disco conceptual, con The Rise & Fall of Ziggy Stardust and the Spiders From Mars (1972 ) esos intentos se cristalizaron de manera genial y prácticamente perfecta.
La historia de una estrella de rock andrógina y de origen extraterrestre es el pretexto para llevarnos a lo largo de un viaje por las obsesiones, las fobias, las visiones y la posición crítica de Bowie acerca del mundo real extrapolado a la fantasía. Así, los diversos temas van narrando una historia pero también una falacia: la del ambiente del rock a principios de los setenta, un rock que comenzaba a padecer de gigantismo e hipertrofia. Y si las letras son duras y ácidas, la música las viste de una exacta envoltura instrumental, cosa que resalta en todos y cada uno de los once temas que componen el álbum.
Con un Mick Ronson en plenitud de forma y un Bowie inspirado y apasionado-apasionante, cortes como “Five Years”, “Lady Stardust”, “Rock ‘n’ Roll Suicide”, “Moonage Dream”, “Soul Love”, “Suffragette City” o “Ziggy Stardust” mueven, remueven y conmueven al escucha con una fuerza que lejos de disminuir se hace más fuerte con el paso del tiempo.
Un disco futurista que aún tiene un enorme y largo futuro. ¿Un disco pretensioso? Sí, pero que supera sus pretensiones. ¿Un disco sobrevalorado? No lo sé, pero definitivamente vale su peso en arte.
(Reseña que escribí para el Especial No. 10 de La Mosca en la Pared, publicado en abril de 2004)
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