viernes, 3 de agosto de 2007

Todos somos Homero Simpson


Amarillo es el color de moda. Amarillo es el color de Los Simpson. Amarillo es el color con el cual ha teñido a la política mexicana el “connacional” Zhenli Ye Gon, no tanto por pertenecer a la llamada raza amarilla, sino por el amarillismo que se ha desatado alrededor de su persona y de sus muy versátiles y emprendedoras actividades.
Con el actual estreno de la película de Los Simpson, quedan más claras que nunca las semejanzas entre esos dos entes geográficos, culturales, sociales y hasta políticos que son México y Springfield. No extraña por ello el éxito que la serie televisiva de Matt Groening ha tenido en nuestro país desde su primera temporada. Nos identificamos plenamente con los personajes simpsonianos. Todos tenemos algo de la estupidez y el cinismo de Homero, de la angustia existencial de Marge, del cruel egoismo de Bart y de la inútil y en el fondo falsa corrección política de Lisa. Eso para no hablar de otros protagonistas tan siniestros y a la vez tan reales como el señor Burns (un muy factible alto dirigente de la Coparmex), el payaso Krusty (fácilmente podría trabajar en los programas de variedades de Televisa o de TV Azteca), el muy religioso Ned Flanders (el Jorge Serrano Limón de Springfield, sólo que más simpático) o el corruptísimo jefe policiaco de la simpsoniana ciudad (aquí sobran los nombres).
Si Franz Kafka hubiese sido un escritor costumbrista de haber nacido en México, Matt Groening podría engrosar de manera espectacular su galería de personajes si tomara como fuente de inspiración a la clase política mexicana, con el añadido de empresarios, líderes sindicales, jerarcas eclesiásticos y hasta gente del deporte y la farándula (imaginemos un capítulo de Los Simpson con la maestra Gordillo, el candidato Hank Rohn, el ex presichente Fox o el mismísimo Andrés Manuel).
Sí, somos un país amarillo. México es Springfield y Springfield es México. No lo lamentemos. Mejor disfrutémoslo como enanos.

1 comentario:

Rickyfil-en construcción dijo...

Muy buena reflexión...Creo que en nuestro país si hay mucho material para crear capítulos de los Simpson con ese estilo sarcástico y satírico que caracteriza a la serie. Ya José Agustín lo mencionó en una de sus obras: "...si Bretón viviera en México, se volvería un escritor costumbrista". SALUDOS HUGO...