sábado, 17 de noviembre de 2007

Mi teoría de la conspiracion*


El martes pasado me encontraba parado a la orilla de la avenida Insurgentes, en dirección norte-sur, a la altura de la muy papista colonia Guadalupe-Inn. Aguardaba a que los carros pasaran, a fin de atravesar al otro lado y tomar un taxi rumbo a mi casa. Eran las doce y pico del mediodía y salía de hacerme unos análisis en un laboratorio médico. Debo admitir que estaba baboseando y no miraba al tránsito. De pronto sentí un fuerte golpe en mi brazo izquierdo, al tiempo que escuchaba un sonoro ¡zap! Un coche me rozó vertiginoso y del mismo surgieron varias carcajadas. Me desconcerté por un momento, pero en seguida caí en cuenta de que alguien que iba ahí había sido quien me había agredido, posiblemente con la hebilla de un cinturón, dadas las marcas como de rasguños que me quedaron en el brazo y que me ardieron durante un par de días. Si cayera en la paranoia de la teoría de la conspiración, podría sospechosizar (Santiago Creel dixit) que se trató de un ataque concertado y hasta pediría que se abriera una fiscalía especial para investigar mi caso. ¿Fui agredido por algún lector molesto con esta columna? ¿Por algún perredista, priista o panista a quien hubiera podido ofender? ¿Por algún músico a quien no le gusta que en la revista La Mosca llame rockcito a lo que hace? ¿Por el novio de la mujer que amo, al considerar que me estoy metiendo en sus territorios?
  Lo más seguro es que los agresores eran simples adolescentes burguesitos –nótese el término izquierdosamente correcto- que se divertían al dar hebillazos a la gente desde su auto del año. Nada más. ¿Que si me fijé en las placas del vehículo? Pues no. ¿En la marca del mismo? Menos: apenas y reconozco a un vochito.
  Sé que lo que me sucedió es nada, comparado con lo que a diario acontece en miles de rincones de esta ciudad y de este país. Pero bueno, cuando menos quise dejar un testimonio y, de paso, provocar una sonrisa de satisfacción en aquellos que hubiesen querido darme ese madrazo.
Saludos a todos ellos.

*Publicado hoy en Milenio Diario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Hugo,que tal?. Antes que nada, te felicito por la Mosca. He estado comprando el pasquín cerca de once años (caray!). De lo sucedido con los chavos del carro, es posible que se te haya aplicado lo que se denomina (al menos en mis tiempos) tapetazo, consistente en dar un golpe (ya sea con un tapete enrrollado o con un cinturon) a peatones desprevenidos, desde un carro en movimiento. Te lo comento porque me lo aplicaron y lo he visto en ejecución. En fin de nueva cuenta felicidades Hugo y adelante con el cortejo.

P.D. perdona la pregunta, pero ¿donde consigo ejemplares atrasados de la Mosca?

Decireves dijo...

Por medio de este medio(sic)
Queremos aclarar que no fue ninguno de nuestros burguesitos correlones los que provocaron las heridas en su brazo.

Un abrazo (doloroso)
Atte
Santiago S. Evilla Sent Turion
Pdte de la Asociacion Mexicana de Usadores de la Hebilla como objeto de Golpeteo en Mexico S.A (ASMEUSHECOGOMESA)

NIÑA AGRIDULCE dijo...

hola Hugo

hoy he venido de visita... te soy sincera, no he leído una sola palabra... hay con su permiso. pero solo me la he pasado viendo fotos... lo disfruto mucho... volveré para leer con calma... mientras, aca le dejo un buen de besos y abrazos...