viernes, 31 de agosto de 2007

Amor es perro


En un país con tan bajos índices de lectores, hace falta buena literatura. Es por ello que espero con ansias que luego de "Volcán apagado", publicado por la ex de José José, Anel Noreña (que no Noroña, para que no se nos vaya a enojar el ex vocero perredista Gerardo Fernández), pronto tengamos un libro en el cual Verónica Castro nos cuente sobre sus tribulaciones con Christian (o viceversa: un libro en el cual Christian nos cuente sobre…, etcétera). El caso es que haya buenos materiales librescos, para que nuestro nivel educativo ya no ocupe los últimos lugares mundiales.
Mientras eso sucede, no puedo más que congratularme porque ya apareció Rex IV, el perro policía antinarcóticos que algunos malosos habían secuestrado con quién sabe qué fines. El gallardo pastor belga (sin albur) ha logrado, luego de su peripecia, convertirse en héroe -en una república y una realidad en las cuales abundan los antihéroes y los villanos-, cosa que sin lugar a dudas tiene mucho mérito. Hoy, Rex IV está a la altura de Lassie, Rin Tin Tin, Super Can y El Perro Aguayo y merece que se le otorgue el Águila Azteca o, ya de perdis, un contrato millonario para grabar comerciales de croquetas.
Veo al noble Rex IV y veo a nuestros legisladores y demás políticos, tan preocupados ahora en darle en toda la mütter al IFE, y no puedo más que lamentar las diferencias entre el uno y los otros. Qué perro mundo, qué perro país, gobernado por animales (animales políticos, se entiende, zoon politikon; lo dijo Aristóteles, no lo digo yo) mezquinos y vengativos que se disfrazan de patriotas y sólo piensan en su conveniencia inmediata y no en la de la nación.
Hay, pues, de animales a animales. Yo me quedo con los de digna estirpe y callada labor, como Rex IV, el perro héroe que sin tantos ladridos nos demostró que en el reino animal todavía hay clases.
Guau.

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jueves, 30 de agosto de 2007

Concierto pospuesto por lluvia


Fue culpa de la lluvia… y del temor. Los pronósticos metereológicos eran de tormenta y hasta granizo, por lo que de común acuerdo con José Luis Domínguez, director de la escuela de música DIM, decidí cancelar el concierto acústico de esta noche. Más que cancelación se trata de una posposición, ya que la tocada de Los Pechos desenchufados se llevará a cabo en noviembre. Pero lo que son las cosas (y la famosa Ley de Murphy): a final de cuentas no llovió a las ocho de la noche, por lo que la presentación pudo haberse llevado a cabo sin problemas. Yo había estado seguro toda la semana de que a pesar del mal tiempo, esta noche no llovería. Sin embargo, de última hora me entraron la duda y el miedo y opté por no tocar (P me había dicho el martes que no cancelera). Bueno, me consuela pensar que por el mismo temor a la lluvia la gente no hubiera asistido o lo habría hecho en poca cantidad. Ya qué.

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miércoles, 29 de agosto de 2007

Cinco mil visitas


Hoy llegué a las cinco mil visitas en este blog. Supongo que para poco más de dos meses y medio no es un mal número. No sé quiénes me leen, salvo algunas personas que me escriben o me llaman para decirme que leyeron tal o cual texto o que me leen todos los días, lo cual agradezco sobremanera. Bueno, de hecho agradezco a cualquier que pierda parte de su tiempo en entrar a “El rojo y el negro” para leer así sea una línea. Merci beaucoup, mes amies. Les regalo una canción de Carla Thomas.

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martes, 28 de agosto de 2007

La magia de P


Aunque ayer no pudo venir, hoy estuvo conmigo y con eso hizo que este martes fuese para mí un día muy feliz. Llegó a mi casa apenas pasada la una de la tarde, cuando estábamos en pleno ensayo con Óscar González, el joven bajista que el jueves va a suplir a Rafa Herrera en el concierto acústico del DIM. La práctica fue buena (aunque Mauricio y Giuliana no pudieron venir) y terminó poco antes de las tres. Entonces ya pude estar a solas con ella. Platicamos un rato, para ponernos al tanto sobre nuestras respectivas cotidianeidades, y luego nos fuimos a comer a La Buena Tierra (ella lo eligió). Sobra decir que todo estuvo delicioso, aunque hoy hago incapié en el postre que pedimos para compartir: una tarta de higo sencillamente perfecta. Como siempre que estamos juntos, nos reímos mucho y disfrutamos cada momento. Regresamos a la casa, donde aún estuvo un buen rato. Le canté la canción que compuse hace poco (la de "Treinta años [menos dos meses]") y le conmovió mucho. Se fue como a las siete. La acompañé a tomar el metrobús. Una tarde perfecta con ella, con mi adorada y mágica P.

lunes, 27 de agosto de 2007

De vuelta en mi viejo Tlalpan


Ayer domingo, después de asistir al concierto del grupo de L en Six Flags, me fui con Míriam a comer al centro de Tlalpan. Al principio todo fue normal, como tantas otras veces en que he ido a mi querido pueblo natal desde que me mudé a la Nápoles, a principios del 2000. Comimos de manera deliciosa en el restaurante 1900, en los portales, frente al jardín central (lo que cuando era niño los tlalpeños llamábamos “el Zócalo de Tlalpan”) y Míriam -quien es de Torreón- me comentó que no se sentía en el Distrito Federal sino en algún lugar provinciano. Al terminar -eran como las cinco de la tarde-, entramos al templo de San Agustín y ahí comenzó para mí una especie de viaje en el tiempo, hacia más de treinta años atrás. Entrar a la iglesia donde de chico acudía a misa (fui un niño católico), después de más de tres décadas de no poner un pie en ella, me resultó muy extraño. La nave principal no me pareció tan grande como la recordaba. Luego caminamos por la calle Hidalgo y pasamos frente al colegio de monjas “Hernán Cortés” (juro que así se llama, ahí cursé mis primeros cuatro años de primaria), dimos vuelta en Magisterio Nacional y llegamos hasta el número 84, donde viví de 1960 a 1974. La casa ya no es la misma, pero el golpe de tiempo resultó abrumador. Bajamos por la propia Magisterio hasta la avenida San Fernando, pasamos frente al lugar donde estuvo la vieja estación de tranvías, compramos una nieve ante el restaurante “Quinta Ramón” (creí que ya no existía) y llegamos hasta el Parque Morones (no sé si se siga llamando así), el mismo en el cual pasé las tardes de 1969 a 1973, reunido con mi bola de amigos para platicar, hacer música, jugar futbol y sentarme en la banca desde la que miraba hacia la casa de la niña que había capturado mi corazón en aquel entonces, mi amor platónico de adolescencia: Irma Larios. Míriam me tomó una foto en la banca (aquí incluyo la imagen) y compartió todo mi periplo nostálgico. Por la calle Carrasco regresamos a San Fernando, donde abordamos un taxi que nos trajo hasta mi depto. Fue una experiencia casi irreal, como una ensoñación.

domingo, 26 de agosto de 2007

L en Six Flags


La verdad es que nunca creí que volvería a poner un pie en ese parque de diversiones, pero hoy fui a Six Flags. Creo que la última ocasión en que estuve ahí fue a finales de los ochenta, alguna vez que llevé a mis entonces pequeños hijos a lo que se llamaba Reino Aventura. Eran otros tiempos, como recordé aquí mismo hace algunos días, cuando el cumpleaños de P. La razón por la cual acudí al lugar fue la de asistir al festival de rock en el que participaba la banda de L. Conmigo fue Míriam. El concierto estaba organizado por una asociación de apoyo a niños con VIH y aunque la causa era buena, la música no lo fue tanto (algo esperable por otra parte). Cuando llegamos, estaba tocando un trío instrumental con complejo de Joe Satriani pero cuyo guitarrista tocaba puras escalas. Totalmente prescindible. Luego vino un grupo con dos integrantes que son conductores del Canal 5 (así los anunciaron los malísmos “animadores”) que quería abarcar muchos estilos y no tenía uno solo. La tercera agrupación se llamaba Los Magníficos y era muy malita. Tocó un surf predecible y limitado, aunque las actitudes de sus integrantes en escena eran como si estuviesen ejecutando la música más extraordinaria. Al fin llegó el turno para el grupo de L. Nunca los había oído y no sabía qué esperar, pero me gustó. No es la música que yo tocaría (hace un rock pop bonito), pero las canciones están bien y L toca el bajo y canta con soltura, a pesar de notarse ligeramente nerviosilla (además, el minivestido negro le iba muy bien). De pronto, los conductores del festival interrumpieron la actuación de la banda (compuesta por tres mujeres y dos hombres) y no le permitieron tocar la canción que le faltaba. Fue muy obvio y grosero, pero nadie protestó. Todo para dar paso (oh, my dog) a María Daniela, la cosa más patética que he visto en mucho tiempo pero que le gusta a la gente muy joven que en cantidad de una centena estaba allí. Rockcitito pedestre e infantiloide para descerebrados. Al final pude despedirme de L, quien estaba molesta por lo mal que los trataron. Así son las cosas en un medio tan subdesarrollado. Pero ella lo hizo muy bien.

sábado, 25 de agosto de 2007

Intervenciones


Álvaro Cueva, el más conocido crítico de televisión de este país, me invitó a participar en un seminario para periodistas de espectáculos de diversos países de Hispanoamérica, organizado por el Celap (Centro Latinoamericano de Periodismo). La idea era que les hablara sobre mis experiencias dentro del periodismo musical y como director de “La Mosca”. La cita fue hoy por la mañana, en un salón del hotel Geneve, en la Zona Rosa. El propio Álvaro fue el moderador y conmigo alternó el crítico de cine Silvestre López Portillo. Duró apenas una hora, pero fue muy interesante y aleccionador. Había periodistas de El Salvador, Venezuela, Colombia, México, en fin. Buena experiencia.
Ya en la tarde, fui al Museo de las Intervenciones, en Churubusco, con una de mis mejores amigas (a petición suya no puedo mencionar su inicial), la única de mis amies interesada en la historia de México, un tema que en lo personal me apasiona. Hacía más de veinte años que no iba yo a ese museo y fue una visita muy padre. Antes habíamos comido juntos, en el mismo restorancito al cual fui a cenar con Rafa Herrera y mi hijo Jan el martes pasado. Luego del detallado y gozoso recorrido por el lugar, salimos de ahí a las seis y nos agarró la lluvia. Un taxi nos trajo a mi casa, donde oímos música y platicamos largo y tendido. Qué persona tan amada y entrañable es esta mujer para mí (y siempre lo será: si de alguien no tengo dudas en este mundo es de ella). Se fue como a las nueve. La acompañé a la estación del metrobús. Un sábado espléndido.

viernes, 24 de agosto de 2007

Dicen que estoy enamorado


A raíz de algunos de los textos diarios que he escrito para este blog, muchas personas están seguras de que estoy enamorado y de que la mujer que me ha robado el corazón es P. Aun a riesgo de sentirme como esos personajes de la farándula que exponen sus intimidades en el “TV Notas” o el “Óoorale!” y dado que a final de cuentas no he ocultado mis sentimientos acerca de P, de L e incluso de M, haré algunas aclaraciones para quienes pudieran estar interesados (los que no, pueden saltarse lo que sigue).
¿Estoy enamorado de alguien? La respuesta es no. No lo estoy en el mismo sentido en que lo he estado varias veces en mi vida, es decir, con ese afán de obsesión, apasionamiento ciego y deseos demenciales de apropiación de la persona víctima de mi enamoramiento. Así estuve tres años con Y y siete años con M –para hablar de los casos más recientes -y sufrí muchísimo, porque no fueron enamoramientos correspondidos. Lo que menos deseo es enamorarme más de ese modo. Ahora, ¿siento un profundo amor por P? Sí. La amo. Lo mismo que a L y a M, a cada una de diferente manera, aunque con igual pasión, cariño y deseo de estar con ellas. De hecho, también siento una gran querencia por otras amigas. La verdad es que estoy en un momento en el cual me siento capaz de dar mucho amor (a whole lotta love, diría Led Zeppelin) y por tanto de amar a varias mujeres al mismo tiempo. Las tres mencionadas me encantan, la paso de maravilla con ellas, me gusta que vengan a visitarme o que salgamos a algún lado y las tres saben de la existencia de las otras dos y lo que siento por ellas (de hecho, P y M se conocen, lo mismo que L y M; sólo P y L no se han visto personalmente, aunque sí han coincidido en un mismo lugar). La amistad que se ha desarrollado es enorme. Son mis amigas y las amo. Me niego a enamorarme de alguna, porque no quiero lastimar y no quiero lastimarme con una relación que conlleve el sentido de la propiedad. Sin embargo, podría ser que de pronto sí me clavara con una de ellas en especial (o con otra mujer de inesperada aparición) y en ese caso sabría serle absolutamente fiel (en casi veinte años de relación y matrimonio con mi ex esposa, jamás le puse el cuerno). Pero no es el caso actual, al menos no todavía. Adoro a P. Adoro a L. Adoro a M. Cada una es distinta y fascinante en su muy propia personalidad. Las amo con toda mi alma y, afortunadamente, de ninguna estoy enamorado.

jueves, 23 de agosto de 2007

Elvis


Desde hace un par de días se encuentra a la venta –en puestos de periódiicos y locales cerrados de todo el país- el número 41 de los Especiales de La Mosca en la Pared, dedicado esta vez a Elvis Presley. Creo que hicimos un buen número, con sustanciosos textos (el principal es de Jorge R. Soto y los artículos complementarios son de Sergio Monsalvo, José Xavier Návar, Yareni Torres, el español Manuel de la Fuente, María José Cortés y quien esto escribe), estupendas fotos y el excelente diseño de costumbre, obra de Elizabeth Gallardo. Les aviso para que lo busquen pronto, porque creo que el número va a volar (Elvis sigue siendo Elvis).
Por la tarde vino L y la invité a comer a La Buena Tierra. Ya eran como las cuatro cuando llegamos. Debo decir que la comida en ese restaurante ha mejorado en un cien por ciento. Cuando menos en la sucursal que se encuentra cerca de mi casa, es decir, la que está en Insurgentes casi esquina con el Eje 6 Sur. Por supuesto que si a la delicia de los platillos (L pidió sopa de tortilla y lasagna de verduras; yo me comí también una sopa de tortilla y unos ravioles rellenos de queso de cabra en salsa de chipotle que no tenían abuela) le añadimos la delicia de la charla y de la compañía de mi amiga, pues qué más se puede pedir. Estuvimos tan a gusto que la sobremesa se extendió por un buen rato y todavía nos fuimos a mi depto para tomar un café y seguir platicando con buena música de fondo. La acompañé a tomar el metrobús como a las ocho y media de la noche. Está nerviosilla por su tocada del domingo. Ahí estaré para escucharla. Aaaah, la quiero muchísimo.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Juan Pablo Villa


Hoy al mediodía entrevisté a Juan Pablo Villa para “La Mosca”. Un cuate muy talentoso, gran artista, cantante inverosímil (sobre todo cuando sus vocalizaciones son a capella). La charla fue muy amena y divertida. Para explicar mejor lo que es la obra musical de este joven maestro (con quien aparezco en la foto, tomada hace tres semanas en el Ruta 61) reproduzco a continuación lo que escribí sobre su disco “La gruta de Baba” en “La Mosca” de julio pasado: “Las infinitas posibilidades de la voz. El canto pero también el grito, la tonada pero también el ruido gutural, la melodía pero también la atonalidad. Juan Pablo Villa asombra con el uso multifacétcio que sabe dar a sus cuerdas vocales en este disco singular, asombroso, difícil para oídos acostumbrados a lo convencional. Una obra a capella, con voces que se doblan y se desdoblan y nos hacen trasladar hacia adentro y hacia afuera de nosotros mismos. Viaje interno y viaje externo a la vez. Misterio, oscuridad, inquietud, aunque igualmente claridad, luz, tranquilidad. Piezas sin letras, con mera expresión vocal, salvo dos maravillosos y extraordinariamente conmovedores cantos cardenches: ‘Yo ya me voy a morir a los desiertos’ y ‘Al pie de un árbol’. Un disco que es una honda experiencia de vida”.

PD: Mi prima consentida de toda la vida, Martha García Arróyave, hoy cumplió 53 años. No creo que lea esto, pero de todos modos felicidades.

martes, 21 de agosto de 2007

Ensayo, grabación y noche con mis hijos


Al mediodía tuvimos ensayo de Los Pechos en vista del concierto acústico del próximo jueves 30 en el DIM. Fue un poco disperso, pero bueno a final de cuentas. Leyla tuvo un compromiso y llegó cuando estábamos terminando.
A las cinco y media vino mi amado hijo menor, Jan, para irnos en el Tsuru (que legalmente sigue siendo mío, pero en la práctica…, pues no) al estudio de grabación del DIM, donde nos encontramos con José Luis Domínguez, director de la escuela de música y quien nos está grabando el disco a Los Pechos Privilegiados. Jan platicó con él, porque es muy posible que entre a estudiar bajo. Rafa Herrera llegó al poco rato y regrabó los bajos de las cuatro piezas que faltaban: “Este amor”, “Es tu culpa”, “Voy camino a casa” y “Razones de peso”. Como siempre, estupendo. La primera fase del disco quedó casi terminanda. Viene ahora la premezcla. Terminamos poco antes de las nueve y con Aarón -un amigo y compañero musical de Rafael en su banda Los Calcetines- nos fuimos a cenar a un pequeño pero muy bueno y barato restorancito enfrente del Museo de las Intervenciones, en Churubusco. José Luis se quedó en la escuela. La cena estuvo deliciosa y la charla muy amena. Salimos de ahí pasadas las diez, nos despedimos de Rafa y Aarón y con Jan me fui a recoger a mi otro hijo, Alain, y a la amiga con quien está saliendo, Hallet, al departamento en la Escandón. No conocía a Hallet. Está muy linda (qué cosa, es apenas dos años menor que P). Fuimos a dejarla a su casa en Tlatelolco y luego mis chaparros (es un decir, miden más de uno ochenta cada uno) me trajeron a mi depto. Les hice una petición que les pareció insólita (porque lo es) y que los hizo reír casi todo el trayecto. Amo a mis hijos. Por cierto, la imagen que ilustra este texto es un autorretrato de mi Jan.

lunes, 20 de agosto de 2007

Doble visita


Hoy tuve a dos visitantes en casa. Primero, al mediodía, vino a comer mi hijo mayor, Alain. Hacía mucho que no platicábamos tanto y por tan largo tiempo. Le está yendo muy bien con su trabajo de DJ (cada vez es más conocido y no dudo que pronto empiece a internacionalizarse) y está saliendo con una niña muy linda. Espero que sea una relación que le dé felicidad y no los sobresaltos de otras anteriores. Incluyo una foto de mi adorado hijo mayor para conecencia de mis ínclitos lectoras y lectores.
Como a las siete vino Míriam, tan guapa y divertida como siempre (qué cosa, Míriam es un año y dos meses menor que mi hijo Alain). Oímos discos de Depeche Mode, platicamos largo y tendido y hasta jugamos una partida de ajedrez. De pronto la vida la pone ante una oportunidad de crecer mucho y de desarrollarse como lo que es, una talentosa periodista, y creo que varios la vamos a apoyar y a ayudar. Porque se lo merece.

domingo, 19 de agosto de 2007

Treinta años (menos seis meses)


Treinta años son una vida, vaya que lo sé/ Veintinueve y medio también/ Por eso parece una loca cosa que/ me haya enamorado de tu piel/ Treinta años menos seis meses largo tiempo es/ lo dice la gente que nos ve/ Pero no es mi culpa que apenas te conocí/ me haya enamorado de ti/ Yo más de cincuenta y tú sólo veintitrés/ Dime qué futuro puede haber/ Resulta sin embargo que a pesar de ese desliz/ sólo pienso en hacerte feliz/ Mi sueño delirante es llevarte a París/ Llegar una mañana de abril/ Recorrer el Sena y los Champs-Elysées/ Tomar vino junto a la Tour Eiffel/ Yo más de cincuenta y tú sólo veintitrés/ Dime qué futuro puede haber/ Resulta sin embargo que a pesar de ese desliz/ sólo pienso en hacerte feliz/ ¿Qué dirían tus buenos padres si supieran que/ alguien de su edad pretende ser/ el hombre que a su hija quiere como mujer/ el hombre que la quiere para él?/ Yo más de cincuenta y tú sólo veintitrés/ Dime qué futuro puede haber/ Resulta sin embargo que a pesar de ese desliz/ sólo pienso en hacerte feliz/ Treinta años menos seis meses largo tiempo es/ lo dice la gente que nos ve/ Pero no es mi culpa que apenas te conocí/ me haya enamorado de ti/ Yo más de cincuenta y tú sólo veintitrés/ Dime qué futuro puede haber/ Resulta sin embargo que a pesar de ese desliz/ sólo pienso en hacerte feliz.

Esta canción me salió hace un rato, de manera casi impensada. La música es un tanto donovaniana (de Donovan Lietch), un tanto folky, digamos que un poco a la Belle & Sebastian. Respecto a la letra, cualquier parecido con la realidad... ¿es mera coincidencia?

sábado, 18 de agosto de 2007

Mi debut como actor


Hoy volví al vicio. Para mejor decirlo: hoy acudí de nueva cuenta al teatro bar “El Vicio” de Coyoacán para ver, por segunda vez, la segunda escenificación de “La insoportable levedad del Fer”, cuasi monólogo escrito, actuado y dirigido por Fernando Rivera Calderón (ver en este mismo blog mi comentario del 13 de junio). En esta ocasión me acompañó P, quien no la había visto. Allá me encontré a M (quien fue con dos amigos suyos), a Claudia, a Talía y su novio, a María Emilia, a Alina Poulain. Si la primera vez la obra me gustó mucho, en esta me gustó más. Como que estuvo más fluida y el público se portó más cálido y divertido. Además, fue la noche de mi intempestivo e inesperado debut como actor (es un decir). Me explico. Hay un segmento dentro de la pieza teatral llamado “Los monólogos de la verguiña”, en el cual tres actores suben al escenario para leer unos textos que parodian, claro, a “Los monólogos de la vagina”. La vez pasada subieron Eduardo Limón, Armando Vega-Gil y otro cuate cuyo nombre no conozco. Resulta que hoy este cuate le falló a Fernando y alguien tenía que leer su parte. Eduardo se acercó a mí a media función y me preguntó en voz baja si quería entrar de emergente, para lo cual me entregó una hoja con el texto que había que leer (con el debido énfasis, por supuesto). Primero lo dudé muchísimo (ustedes saben, mi timidez proverbial). Se lo comenté a P y ésta me animó a aceptar. “Es algo que nunca has hecho, ¿por qué no tener esa experiencia”, me dijo la hermosa niña y entonces… accedí. “Conste que lo hago por ti”, le dije y sonrió maravillosa. Así pues, llegado el momento, me trepé al estrado y leí mi parte. Estaba un poco nervioso, pero al escuchar las primeras risas del público, me relajé y creo que no lo hice tan mal. Fue muy divertido (aquí está una fotografía como testimonio, ya subiré otras al MySpace). La obra terminó triunfalmente y el Fer estaba feliz. Fuimos a saludarlo al camerino y nos tomamos, P y yo, un par de fotos con él. Luego pedimos un taxi y salimos de ahí como a la una y media. M se había ido treinta minutos antes. Fui a dejar a P hasta sus céntricos rumbos y regresé a mi casa. Como ya es costumbre, disfruté muchísimo al estar con ella. Me encanta la manera como me cuenta sus cosas. Posee una simpatía tan natural y me hace reír tanto que quisiera que los felices momentos que paso a su lado nunca se terminaran. Pero se terminan. No puede estar tanto tiempo conmigo. Eso de que tenga novio es un gran inconveniente. Al menos para mí.

viernes, 17 de agosto de 2007

L


L estuvo aquí esta noche. No nos veíamos desde el bautizo de Mateo, el hijo de Fer y Claudia, el pasado 4 de agosto, y no había venido a mi casa desde hacía casi veinticinco días. Así que me dio muchísimo gusto verla de nueva cuenta. Originalmente íbamos a lanzarnos al Ruta 61 para ver al bluesero Phil Guy, pero estaba muy cansada por el trabajo de la semana y yo mismo tampoco estaba con demasiados ánimos de salir. Así pues, nos quedamos en el depto a tomar cafecito y galletas de chocolate, oír música y platicar largo y tendido. Fue muy grato estar con ella. A pesar del poco tiempo que tenemos de conocernos (apenas tres meses), se ha desarrollado una muy grande y mutua simpatía y también un gran cariño. Es una chava estupenda y lindísima y en su compañía el tiempo se va como agua. Se fue por ahí de las once, pero la veré el domingo 26, subida en un escenario, mientras toca el bajo y canta con su banda. Será la primera vez que la vea en acción

PD: Hoy llegué a las cuatro mil visitas en este blog.

jueves, 16 de agosto de 2007

La Vero, La Méndez y la Tigresa


Ahora que Televisa ha anunciado que Verónica Castro y Lucía Méndez serán las protagonistas de un culebrón, con el cual se celebrará medio siglo de telenovelas en México, se impone una sospechosista lectura política del asunto.
Mi cultura telenovelera es francamente raquítica, pero hasta donde sé, entre la Castro y la Méndez existe una especie de odio sólo comparable al que se profesan Hugo Sánchez y Ricardo Antonio La Volpe o Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué se busca entonces con reunir a las dos divas (es un decir) de la tele mexicana, aparte de dar un buen golpe de rating?
En momentos en los cuales el gobierno panista se encuentra urgido de diálogo con sus opositores, sobre todo con los perredistas, para sacar adelante la reforma fiscal, el ejemplo de concordia y de “chócalas, comadre” que pueden dar Verónica y Lucía podría funcionar como acicate para que los legisladores del sol azteca las imiten, dejen de llamar espurio al presidente Calderón y se sienten a negociar las nuevas leyes propuesta por el Poder Ejecutivo. Ya sé que suena muy jalado, pero la influencia de la tele es enorme y por ahí se podría presionar incluso a los más reacios pejistas, quienes después de todo hasta parecen villanos de telenovela (baste mirar las poses de Dolores Padierna, con su mirada desafiante al mejor estilo de Catalina Creel, o a Gerardo Fernández Noroña en plan de travieso maloso). Además, después de las locuras que vivimos en Foxilandia a lo largo del sexenio pasado, ya cualquier cosa puede suceder en la polaca nacional.
En ese sentido, la que sí desentonó feamente fue Irma Serrano, quien se transformó en una mezcla de Hulk y Elba Esther Gordillo para agredir a una reportera de espectáculos. Desconozco el motivo de su ira, pero la reacción de La Tigresa no sirve de mucho para mandar mensajes de paz y amor. Esperemos que no la quieran incluir en el reparto de la telenovela de la Castro y la Méndez. A menos que sea como la mala del cuento.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Mulholland Drive


Luego de un arduo día de trabajo (oquei, estoy exagerando), por la nochecita vino M a visitarme. Me dio mucho gusto verla después de poco más de una semana. Cenamos, platicamos muy a gusto y se fue como a las diez. Igual regresa el domingo para subir algunos discos míos a su laptop. Ya cerca de las once, hablé con Míriam y me pidió asilo político, pues estaba en una fiesta y llevaba seis cubas encima. No quería llegar así a la casa donde vive, para evitar problemas. Le dije que podía quedarse aquí y llegó como a las doce y cuarto. Divertida como siempre, discurrió que viéramos (a esas horas) “Mulholland Drive” de David Lynch (¿por qué le pusieron aquí el título idiota de “Sueños, misterios y secretos?”). Consentidor como soy con mis más queridas amigas, accedí, localicé la peli y nos la echamos tirados en mi cuarto. Fue muy bueno volverla a ver y sobre todo con Míriam a un lado, ya que me aclaró bastantes cosas oscuras del filme, si bien me confesó que aún no acaba de comprenderlo por completo (¿habrá alguien que sí, incluido el propio Lynch?). Todavía nos pusimos a escuchar el soundtrack completo que viene en el DVD y nos dormimos como a las cinco y media de la madrugada.

martes, 14 de agosto de 2007

Cinco canciones más


Tarde de grabación en el estudio de la escuela de música DIM. Ahí nos encontramos Rafa Herrera y yo con José Luis Domínguez a las cuatro de la tarde. El buen José Luis me presentó a Óscar, el joven bajista que va a sustituir a Rafael en la tocada acústica de Los Pechos Privilegiados del próximo jueves 30 de agosto, a las ocho de la noche, en las instalaciones del propio DIM (ese día Rafa tiene función con la Sinfónica en Acapulco). De hecho, Óscar va a tocar el contrabajo, lo cual le dará un color muy especial a nuestras canciones, junto con las guitarras electroacústicas, las percusiones del Sr. González y la flauta (por confirmar) de María Emilia Martínez. Creo que las voces van a poder lucir más. José Luis me regaló un cartelito con la programación de los conciertos acústicos que se llevarán a cabo a lo largo de las siguientes cuatro semanas. Entre otros, también van a estar Jaime López, Lalo Tex, Sociedad Acústica de Capital Variable y San Pascualito Rey.
Rafael regrabó los bajos de otras cuatro piezas del disco de Los Pechos: “Algo prohibido”, “Ando perdido”, “El boogie de la muralla”, “El blues del destino” y “Los tiempos tristes”. Su aportación estuvo de nueva cuenta increíble. El próximo martes terminaremos con las cuatro que restan y todo quedará listo para la remezcla, antes de empezar a incorporar a los músicos invitados. Vamos lento pero seguro.
Terminamos pasaditas las siete y fui a comer con Rafa al mismo restaurante chino a donde acudimos el 19 de julio. Aproveché y le hice una entrevista para “La Mosca”.
Regresé aquí como a las nueve y media.

lunes, 13 de agosto de 2007

La petite P à le Petit Resto


P tuvo una mala experiencia con la contadora de la editorial y me llamó poco antes de las tres de la tarde, para ver si podía venir a mi casa en ese momento, en lugar de hacerlo hasta la noche, como habíamos quedado por la mañana. Cambiamos así su cena de cumpleaños por una comida. A dos días de haber cumplido los veintitrés, fuimos al Petit Resto y esta vez nuestro intento tuvo éxito: estaba abierto y había mesas libres (la tercera fue la vencida). Comida francesa. Aunque la encargada es un poco cargada (demasiado insistente al recomendarnos algunos platillos, casi como si nos ordenara pedirlos), sólo la padecimos unos momentos y luego pudimos comer muy a gusto. Fue un rato la mar de placentero. P se veía lindísima y, como siempre, estuvo muy simpática. Evitamos el tema de la contadora y me platicó cómo pasó el fin de semana en la casa de sus padres, en la ciudad cercana al DF donde viven, y cómo la festejaron. Pedimos sopa de cebolla y cada quien un distinto plato fuerte. Robalo con mariscos para ella, pollo con rodajas dulces de manzana para mí. Al final compartimos un postre delicioso: una tarta de manzana bañada con brandy y helado de vainilla a un lado. Regresamos a mi depto y nos tomamos un café. Hablamos de muchas, muchas cosas. Por la mañana yo le había mandado una carta que le escribí por su cumpleaños y me dijo que le encantó y que la había conmovido. De verdad la pasamos muy bien juntos. Estaba un poco cansada, tenía que irse y la acompañé a la estación del metrobús. Nos despedimos con ese cariño que se ha hecho mutuamente creciente. Ay, si tan sólo ella estuviera libre. La petite P.

domingo, 12 de agosto de 2007

CocoRosie


Hoy hace dos meses que inicié este blog... y me siento bien. Es un ejercicio bueno e interesante ese de escribir todos los días (no he fallado uno solo, que conste), sobre todo cuando sabes que eres leído (más de tres mil seiscientas visitas en sesenta días supongo que no es un mal número) y hasta recibes comentarios amables. A manera de celebración y dado que hoy no salí de casa (bueno, sólo a la puerta del edificio para recibir unos discos que encargué a Amazon y que me trajeron Rosa, Rosita y el pequeño Dereck) y hablé por teléfono con pocas personas (entre ellas mi hijo Jan y mi queridísima y adorable L), he aquí un par de videos (uno por cada mes de escritura) de un dueto femenino que justo hoy descubrí y que responde al nombre de CocoRosie. Escuchen estas dulces maravillas, no se van a arrepentir. ¿Ven por qué amo a a las mujeres?



sábado, 11 de agosto de 2007

Hace veintitrés años, hace siete meses


Hoy, sábado 11 de agosto, P cumple veintitrés añitos. Nació en 1984, cuando yo tenía veintinueve años de edad y llevaba un año y medio de casado y diez de vivir con Rosa, la madre de mis dos hijos. De éstos, el mayor (Mario Alain) contaba apenas un año nueve meses de nacido y el segundo (Jan Sebastián) llegaría al mundo casi dos años y medio después. Yo trabajaba para Editorial Vid como guionista de historietas y no conocía aún a quienes hoy conforman mi círculo principal de amistades. Fernando tenía apenas doce años, lo mismo que Karem. Verónica tenía trece. Claudia ocho. Isadora Hastings era una chavita de once años, M una nenita de seis y L una bebita de dos. Incluso Y, en quien doce o trece años después me inspiraría para escribir mi novela “Matar por Ángela”, era tan sólo una jovencita de quince años a quien tampoco conocía. Mi existencia, hace veintitrés agostos, era por completo distinta a la actual. No imaginaba que siete años después fallecería mi padre y que ocho años más tarde me divorciaría y que al transcurrir de diez años fundaría y empezaría a dirigir la revista “La Mosca en la Pared" y que también diez años después tendría al fin una banda de rock –Los Pechos Privilegidos, mismos que en su primera época durarían apenas unos meses, pero que reaparecerían en 2004 para continuar cada vez mejor en este 2007- y que catorce años más adelante de aquel 1984 publicaría mi ya mencionada primera novela y que dieciséis más tarde empezaría a colaborar en "Milenio Diario" -que por entonces ni siquiera existía como proyecto periodístico- y que justo veintitrés después estaría tan cerca -y tan lejos- de una mujer así de bella y singular, quien justo estaba naciendo en una entidad cercana al Distrito Federal.
La vida cambia, da vueltas y transcurre por sendas inesperadas. Eso lo tengo clarísimo. Como me queda claro, asimismo, que todos tenemos un destino y que éste se cumple de manera inexorable.
Así pues, hoy hace veintitrés veranos que nació P y hoy hace siete meses justos que la conocí en persona (la vi y hablamos por primera vez el 11 de enero pasado, en el "after" de una tocada de Los Pechos Privilegiados en el Ruta 61), aunque ya nos habíamos escrito desde algunas semanas atrás. A partir de entonces nos convertimos en muy buenos amigos y hoy es una persona importantísima en mi vida. Me congratulo de que nuestros caminos se hayan entrecruzado. Sé que por ahora y por la fuerza de las circunstancias los mismos tienen que ir paralelos y sin tocarse, pero quién sabe de que manera se juntarán o se bifurcarán dentro de un año, dentro de dos, dentro de cinco, dentro de diez.
Porque la vida cambia, da vueltas y transcurre por sendas inesperadas.
Desconozco lo que a P y a mí nos tiene deparado el destino.

viernes, 10 de agosto de 2007

Es pregunta


Como principio de las celebraciones por el aniversario número veintitrés del nacimiento de mi adorada P y dado que tuvo que venir esta mañana a mi casa por motivos laborales que finalmente no se llevaron a cabo, la invité a desayunar. No acudimos a un lugar muy elegante o exclusivo (de hecho fuimos a un Vips cercano a mi casa), pero la pasamos tan bien que fue como estar en el mejor restaurante. El tiempo se fue como agua y ella debió irse poco antes de la una de la tarde, pues tenía que efectuar algunos trámites de inscripción en la escuela de periodismo donde estudia (ya entra a clases el lunes próximo). La acompañé a tomar un taxi y me di cuenta de que me esperaba un largo día de trabajo y que iba a extrañarla. ¿Qué me está pasando?

jueves, 9 de agosto de 2007

Los burros están de plácemes…


… y cómo no van a estarlo, sobre todo los burros de Baja California, si el candidato del PRI a la gubernatura de ese estado del norte mexicano, Jorge Hank Rohn, perdió las elecciones y ya no podrá acceder al poder. ¿Que qué tienen que ver los nobles borricos con tan reciente hecho de la polaca nacional? Bueno, para quienes no lo sepan, a lo largo de su campaña, el inefable don Jorge siempre lucía un extraño chaleco café rojizo y afirmaba -a quienes se lo preguntaban y a quienes no- que la peculiar prenda estaba confeccionada… con piel de pene de burro (sic).
El hijo de Carlos Hank González (aquel legendario personaje de la época de oro priista que fuera gobernador del Estado de México y regente del Distrito Federal –él fue el creador de los ejes viales capitalinos- y quien acuñara la famosa frase “Un político pobre es un pobre político”) parecía seguro ganador de la silla bajacaliforniana, las encuestas lo tenían al parejo de su rival panista (cuyo nombre sólo saben, si acaso, sus paisanos) y sin embargo, a la hora de la hora algo pasó y los votantes le negaron el acceso a la primera magistratura estatal, lo cual debió ser un golpe durísimo para el cultivado ego de don George, ese feminista consumado que semanas atrás declarara, con absoluta campechanería, que su animal favorito… es la mujer. Aunque, hay que mencionarlo en su defensa, Hank Rohn se apresuró a aclarar que lo decía “como un halago”. Luego se puso didáctico y comentó a una reportera que lo había increpado ofendida: “Como se sabe, existen tres reinos: el animal, el vegetal y el mineral. Usted y yo y mi mamá pertenecemos al reino animal; por tanto, somos animales y por eso digo que la mujer es mi animal favorito”. Más claro ni el agua.
Pero ya que hablábamos de burros, hubo alguien que hace unos días se la pasó soltando burradas. Se trata –ya que de gubernaturas hablamos- del góber de Jalisco, Emilio González, panista de cepa, a quien se le ocurrió hablar sobre el tema de los condones. El pobre Emilito no debió abrir la boca antes de consultar con alguno de sus asesores (si es que los tiene), porque lo que dijo lo mostró como lo que es: un ignorante falto de criterio y repleto de prejuicios. A las pruebas me remito, ya que Gonzalitos refirió que promover el uso del condón es equivalente a entregar “un six de cerveza y un vale para el motel” y con eso patrocinar “la diversión de los jóvenes”, con el extra declarativo de que a los preservativos “solamente los reparto entre la comunidad homosexual”, ya que ésta se halla “en alto riesgo de poder contraer el SIDA”. O sea que según los muy científicos conocimientos del gobernador de todos los tapatíos (incluso los que le van al Atlas y a los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara), el SIDA no le da a los heterosexuales. Hombre, haberlo dicho antes, ya que llevamos más de veinte años en la creencia contraria.
Así las cosas y así los burros en este México que, aun sin el presichente Fox, sigue siendo un país de surrealismo y fantasía.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Erectus TV



Estar suscrito a Cablevisión tiene sus ventajas y sus desventajas, Entre estas últimas se encuentra el hecho de poder sintonizar canales con programas tan increíblemente chafas como los de Televisa Monterrey y Televisa Guadalajara. Hoy en la noche me visitó mi linda y muy divertida amiga C y en lugar de la habitual charla con buena música, rica cena y vinito rojo (o cerveza o tequila o mezcal o vodka) con que suelo desvelarme con las amies que vienen a mi depto, de plano decidimos tirarnos en mi cama a ver la tele.
Dizque íbamos a chutarnos las noticias para ver qué había pasado con la comparecencia del cardenal Norberto Rivera Carrera ante el Ministerio Público, pero la nota estaba tan aburrida que empezamos a practicar el fino arte del zapping y caímos en el canal 115, es decir, en la emisora que Televisa tiene en la capital de Nuevo León.
En esos momentos estaba algo llamado “Qué noche” y, santo cielo, qué cosa. Era una especie de programa de variedades que habría hecho las delicias de Federico Fellini. Hecho con un presupuesto de dos pesos, con un conductor patético (flaco pero con una panzota y unos lentes que hicieron creer a C que la emisión era grabada y había sido producida en los años setenta), un grupo musical norteño terrible y una serie de invitados y de cómicos a cuál más de pésimo y sin la menor gracia o talento y que no hacían reír a una sola de las pobres personas que medio poblaban el estudio de televisión y su paupérrima ¿escenografía? Bueno, la cosa era tan mala que el humor involuntario brotaba por todas partes y si a eso se le agregan los comentarios sardónicos de C, pues nos divertimos como locos. El supuesto “late show” terminó a la medianoche y a esa hora le cambiamos al canal 114, el de Televisa Guadalajara, para ver otra cosa inenarrable: “Erectus TV”.
Se supone que es un programa sobre sexualidad, pero nada tiene que ver con los que hacía Rubén Carbajal en Canal 40 o los de Anabel Ochoa o los que pasan en el canal Cosmopolitan o en FX con una sexóloga venezolana gordita pero muy fina, instruida y simpática de nombre Alejandra. No, esto es un híbrido de infomercial (todo el tiempo mencionan a unas sex shops llamadas, claro, Erectus), leve “información” sexual por parte de una chava que no se sabe si es doctora, locutora o actriz y… ¡chistes sexistas! Sí, en un programa sobre sexualidad se fomenta el sexismo más burdo, con un “comediante” invitado que se pasó una hora diciendo chistoretes malísimos, tan burdos que hubieran hecho sonrojar a Jorge Ortiz de Pinedo. Mención aparte merece una lastimera mujer gorda que parecía sacada del peor de los table dances y a quien usaban para modelar una lencería de mercado sobre ruedas (los acercamientos a sus piernas no hacían sino resaltar sus carnes flácidas y una celulitis masiva). No es que me entre lo políticamente correcto y me espante (Eros me libre de semejante actitud), pero “Erectus TV” es una emisión que no se puede creer.
En fin, terminamos viendo caricaturas de Huckleberry Hound (”i ñor”) en el canal Boomerang. Por cierto, esta vez C no quiso vinito rojo o cerveza o tequila o mezcal o vodka… Cenó leche con galletitas de chocolate.

martes, 7 de agosto de 2007

Con P de publicidad


Hoy P se integró oficialmente al equipo de “La Mosca”, desde el área de publicidad (lo cual significa que se va a encargar de buscar anunciantes para la revista). En la tardecita fui con ella a las oficinas de Toukán y la presente con Jaime Flores, el hombre que trabaja como dueño de la editorial, quien le va a brindar todo el apoyo necesario para que pueda efectuar una muy buena labor (confío mucho en ella y sé que lo va a lograr). Salimos como a las cinco y media, con mucha hambre, y nos fuimos a comer. Primero pasamos al Petit Resto, en la Nápoles, y por segunda-ocasión-segunda no pudimos comer ahí. Esta vez porque estaban a punto de cerrar (la persona que nos atendió nos dijo que sin embargo ya van a abrir también los lunes y que los viernes permanecerá abierto hasta la noche “para que vengan y tengan una bonita cena romántica”. No sé qué vio en nosotros como para decirnos eso, je. Optamos entonces por el acogedor restaurante italiano que está frente al parque de la misma colonia donde habito y nos despachamos una deliciosa pizza al horno. Todo perfecto, como es costumbre cuando estoy con P. Cerca de las siete la acompañé a tomar el metrobús y regresé a casita para trabajar un rato en el número 119 de La Mosquita. Todavía hablé con mis lindas M y L y con mi querido hijo Jan. Un buen martes.

lunes, 6 de agosto de 2007

Mi guerra contra el gerundio


Quienes me conocen saben que entre mis actividades están las de ser músico, compositor, escribidor, periodista, columnista, editor y admirador amante de las mujeres. Creo que debería agregar también mi vocación obsesiva por la corrección de estilo. Tantos años de hacer revistas han hecho que el ojo de corrector se me vuelva algo natural, consustancial. En cualquier cosa que leo, de manera inevitable me topo con errores de sintaxis, de ortografía, de puntuación, de la más simple lógica idomática. No diré quiénes, pero varios de los colaboradores de “La Mosca”, incluso algunos de renombre, suelen tener vicios de redacción que, con todo el respeto y cariño que les tengo (a los colaboradores, no a los vicios de redacción), a veces me resultan difíciles de creer.
Hoy en la noche vino M y entre otras cosas, platicamos sobre temas lingüisticos (algo que nos apasiona a ambos). Le contaba que dentro de los textos que edito y corrijo, el empleo del gerundio alcanza ya grados de exageración y que muy pocos saben usarlo debidamente. Tan simple como que el verbo en gerundio sólo se justifica cuando va antecedido por un verbo auxiliar. La expresión “estoy escribiendo” es correcta, porque el verbo "estar" juega el papel de auxiliar del verbo "escribir" que está en gerundio. Pero al decir “escribiendo puedo comunicarme”, el gerundio no tiene justificación (correcto sería “al escribir puedo comunicarme” o “mientras escribo puedo comunicarme”, por ejemplo. En “La Mosca” he declarado una guerra total contra los gerundios y aunque me tardo más en corregir los artículos, al final la revista queda escrita en un español más limpio, menos cargado de esas horrendas terminaciones en "ando" o "iendo". Ya en otra ocasión me referiré a más vicios del lenguaje, como los del noísmo y el queísmo, o al abuso del “quizá(s)” en detrimento del “tal vez”.

domingo, 5 de agosto de 2007

Ya que hablamos de los Simpsons...

He aquí cuatro curiosidades como regalo dominical: una intro de antología, una intro "real", la versión unplugged del tema musical de la serie y una maravillosa y delirante locura final.

De nada.







sábado, 4 de agosto de 2007

La mejor pareja del mundo


Por muy pocas razones soy capaz de levantarme a las ocho de la mañana de cualquier día, peor aún si es sábado. Una de esas razones son ellos. Sólo por ellos soy capaz de hacer muchas cosas. Porque son dos de las personas a quienes más amo en esta vida (junto con mis hijos, mis padres, mis hermanos, dos carnalitas del alma, algunos pocos parientes, algunos pocos amigos, varias amigas y, por supuesto, mis adoradas M, P y L). Los conozco hace ya muchos años y sé que siempre estaremos cerca y que nos unen un amor y una amistad a toda prueba. Conforman una pareja maravillosa. Sé que tienen problemas como cualquier dupla, pero sé que su enamoramiento y su amor han logrado conjuntarse de tal modo que no los puedo concebir separados. Tienen dos pequeños –dos chamaquis- y hoy sábado llevaron a bautizar al más chiquitín, Mateo. Mateo Rivera Sánchez, hijo de mis amados Claudia Sánchez y Fernando Rivera Calderón. Confieso que no fui a la misa y sí al desayuno (pero Claudia me había autorizado, que conste). Conmigo fue mi queridísima L. Llegamos al restaurante La Mansión, en Polanco, pasaditas las diez, y ya casi todas las meses estaban ocupadas. Nos sentamos en una junto con Toño Ledezma (“Nostragamus”) y su Lupita, Rafael González (“El Sr. Idem”) y su Moni y las dos hijas de cada uno de ellos dos (o sea, las dos hijas de Moni y las dos hijas de Rafa). Luego se integraron Vero Maza y su Jachen. El desayuno estuvo delicioso (jugo de naranja, ensalada de papaya roja, arrachera con chilaquiles, café, pan dulce) y en la charla nos divertimos mucho. Había un grupo “en vivo” que tocaba un jazz finísimo. Por ahí anduvieron también (y va mi crónica de sociales), aparte de Fer y Claudia y sus respectivas familias, amigos entrañables como Martín Durán y Brenda, Armando Vega-Gil y Susana San José, Alejandro Otaola y Anís Rangel, Tatiana Maillard, Eduardo Limón y Marisol Gasé. Salimos de ahí cerca de las dos de la tarde. En el metro, L tomo dirección al norte y yo al sur. Nos despedimos con mucho cariño y con la promesa de vernos la semana próxima. Es un amor de niña. De regreso, pasé a recoger las fotos del jueves pasado en el Ruta 61 (el rollo incluía además cuatro fotografías preciosas y muy divertidas de P). Subí casi todas al MySpace. Pero para volver al tema inicial: hace algún tiempo, mi amadísima M me dijo que si algún día Fernando y Claudia se separaran, dejaría de creer en el amor. Yo creo que eso nunca sucederá y que el amor seguirá existiendo, porque la de ellos es la mejor pareja del mundo.

viernes, 3 de agosto de 2007

Todos somos Homero Simpson


Amarillo es el color de moda. Amarillo es el color de Los Simpson. Amarillo es el color con el cual ha teñido a la política mexicana el “connacional” Zhenli Ye Gon, no tanto por pertenecer a la llamada raza amarilla, sino por el amarillismo que se ha desatado alrededor de su persona y de sus muy versátiles y emprendedoras actividades.
Con el actual estreno de la película de Los Simpson, quedan más claras que nunca las semejanzas entre esos dos entes geográficos, culturales, sociales y hasta políticos que son México y Springfield. No extraña por ello el éxito que la serie televisiva de Matt Groening ha tenido en nuestro país desde su primera temporada. Nos identificamos plenamente con los personajes simpsonianos. Todos tenemos algo de la estupidez y el cinismo de Homero, de la angustia existencial de Marge, del cruel egoismo de Bart y de la inútil y en el fondo falsa corrección política de Lisa. Eso para no hablar de otros protagonistas tan siniestros y a la vez tan reales como el señor Burns (un muy factible alto dirigente de la Coparmex), el payaso Krusty (fácilmente podría trabajar en los programas de variedades de Televisa o de TV Azteca), el muy religioso Ned Flanders (el Jorge Serrano Limón de Springfield, sólo que más simpático) o el corruptísimo jefe policiaco de la simpsoniana ciudad (aquí sobran los nombres).
Si Franz Kafka hubiese sido un escritor costumbrista de haber nacido en México, Matt Groening podría engrosar de manera espectacular su galería de personajes si tomara como fuente de inspiración a la clase política mexicana, con el añadido de empresarios, líderes sindicales, jerarcas eclesiásticos y hasta gente del deporte y la farándula (imaginemos un capítulo de Los Simpson con la maestra Gordillo, el candidato Hank Rohn, el ex presichente Fox o el mismísimo Andrés Manuel).
Sí, somos un país amarillo. México es Springfield y Springfield es México. No lo lamentemos. Mejor disfrutémoslo como enanos.

jueves, 2 de agosto de 2007

Los Pechos en concierto



Finalmente volvimos a tocar, después de exactos setenta días (la última actuación de Los Pechos Privilegiados había sido el 24 de mayo, en el mismo Ruta 61). La de hoy fue una estupenda noche. A pesar de algunos problemillas durante la prueba de sonido, al final todo salió casi perfecto. Hubo una muy buena entrada de público (todas las mesas estaban ocupadas) y acudió una muy aceptable cantidad de amigas y amigos, además de parroquianos que llegaron por su cuenta.
Entre los asistentes puedo mencionar a camaradas tan queridos como Vero Maza y su Jachen, Fernando Rivera y Claudia Sánchez, Isadora Mora, Míriam Canales, Talía Chavira y su novio, Leticia Ortega Zwittag, Elena Santibáñez, Tatiana Maillard, el gran Juan Pablo Villa y su chava (cuyo nombre no retuve), Rafael Tonatiuh, mi hermana Myrna y su esposo Jorge (padres de mi sobrina Leyla, una de las voces femeninas del grupo), la guapa Yu Mei, mi queridísima y preciosa Paula Watson, Moni y sus dos lindas hijas y por supuesto mis adoradas L y P (cada una por su lado, claro…; de hecho, aún no se conocen). P fue con su mamá, quien vino desde la ciudad en donde vive específicamente para el concierto y quien me cayó de maravilla (qué cosa, P está tan joven que su mamá es apenas dos años mayor que yo; lo más loco es que la señora me hablaba de "tú" y yo le hablaba de "usted"...). Por supuesto ahí estuvieron nuestros dos músicos invitados: María Emilia Martínez -quien como siempre se lució con su flauta, aunque en esta ocasión sólo pudo tocar en dos canciones, porque tenía compromiso con otra de las bandas en las cuales participa (Reque Sound)- y el Sr. González –quien con sus congas dio nuevas sonoridades a los varios temas en que participó.
Musicalmente, todo estuvo de lujo: Rafa Herrera con su bajo fenomenal, Mauricio Mayén con su guitarra increíble, Demetrio García exacto en la batería, Leyla Rangel y Giuliana Vega espléndidas en los coros y maravillosas en sus intervenciones solistas. Yo me sentí muy bien, la voz no me dio el menor problema. En cuanto a las canciones que estrenamos, creo que “Tengo dos amores” salió un poco precipitada e insegura, pero “Ola de calor” estuvo calientísima (los solos de María Emilia y González fueron cosa aparte) y “Dicen que vivo en el pecado” sonó muy bien (recibimos muy buenos comentarios de estas dos piezas). Una hora y media de música a todo poder y la gente que se divirtió a sus anchas.
Al final, me tomé fotos con muchos (y sobre todo muchas) de mis amistades (ya las subiré a mi MySpace el fin de semana e incluyo un par en este espacio). Platiqué con varios de los presentes. P y su mami tuvieron que irse y les pedí un taxi para que lo hicieran seguras. L se quedó un buen rato más. Las dos se veían muy bonitas a decir verdad, siendo tan diferentes entre sí. Quienes no llegaron y lo lamenté fueron mis hijos Alain y Jan, así como mi amada M y mi entrañable amiga Karem, entre otras personas que finalmente no asistieron aunque yo pensé que sí lo harían (como Diana, como Zazil, como Joss, como Xóchitl, como Mónica, como Frida, como Alex Otaola y Anís, como Alonso Arreola y Jaime López). Me regresé en un taxi con Isadora y Míriam. Dejé a cada una en su respectiva casa y llegué aquí como a las tres de la madrugada. Todavía me chuté una vieja y excelente película en el Cinecanal Classics: “El hombre de las mil caras” (1957), con el genial James Cagney (posiblemente mi actor favorito de todos los tiempos). Un drama sobre la vida del legendario Lon Chaney.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Con Steve Tallis y Jaramar


A pesar del desvelón de anoche (me dormí como a las cuatro y media), a las diez y media de la mañana de hoy estuve puntualito en el hotel Parque Ensenada de la colonia Roma, para entrevistar al músico australiano Steve Tallis, a quien la espléndida cantante –y buena amiga de este escribidor- Jaramar trajo a México para presentarse en Guadalajara, Morelia, San Miguel de Allende y el DF, a lo largo de agosto y septiembre. Tallis tiene ya larga experiencia (empezó a tocar en 1962, ¡cuando yo tenía siete años!) y ha alternado con mucha gente importante (desde Bob Dylan hasta Eric Clapton y desde Van Morrison hasta B.B. King). Místico y con cierto aire coyoacanero, Tallis me pareció un tipazo (y su disco “Loko” es realmente muy bueno, con su mezcla de folk, blues y world music). Elegante y encantadora como siempre, Jaramar estuvo presente en la charla, mientras desayunábamos en el restaurante del propio hotel. Hay por ahí una buena posibilidad de que Los Pechos Privilegiados alternemos con Steve Tallis a principios de septiembre en el Alicia. Ya les estaré informando.