sábado, 14 de junio de 2008

Una nación de comic*


Somos víctimas de la enseñanza de lo que se conoce como la historia patria. Cerca de siglo y medio de historia oficial nos ha dejado la certeza de que el país y el mundo son bicolores, que sólo hay de dos aguas, que no existen los matices, que únicamente hay buenos y malos. En particular, la historia de México se nos ha contado como una lucha perenne entre dos bandos absolutos: los liberales y los conservadores, los progresistas y los reaccionarios, la izquierda y la derecha. Leer la historia nacional de plumas como las de José María Luis Mora, Vicente Riva Palacio, José María Vigil y Edmundo O’Gorman es muy diferente a leerla desde los puntos de vista de Lucas Alamán, Manuel Orozco y Berra, Francisco Bulnes o José Vasconcelos. Para la historia liberal, por ejemplo, Benito Juárez es un paladín del bien y Agustín de Iturbide un representante del mal, mientras que para la historia del ala conservadora la situación es precisamente la contraria. En el siglo XX, tras setenta años de gobiernos priistas, la visión histórica que se impuso –y que se nos impuso- fue la de los liberales mexicanos del siglo XIX y la de sus seguidores ideológicos. Es una visión que sigue incrustada en la conciencia de la mayoría de los mexicanos.
Esta tradición maniquea de enseñar la historia ha hecho de nosotros un pueblo dividido, una nación de comic con sus héroes y sus villanos. Por eso es tan fácil para los demagogos vestirse de buenos y acusar de traidores a quienes no conciden con ellos. La frase “si no estás conmigo estás contra mí” sigue siendo una consigna que condena al otro de manera aplastante. Esa es la razón por la cual uno pasa a ser un traidor si no comparte las peculiares ideas (por llamarlas de algún modo) de Andrés Manuel López Obrador, al igual que lo es (visto desde el otro lado) si piensa que declarar la guerra abierta contra el narco fue un error del gobierno de Felipe Calderón. En ese sentido, entonces, yo me declaro doble traidor.

*Publicado hoy en mi columna "Cámara Húngara" de Milenio Diario.

2 comentarios:

Beto dijo...

pero es que creo que en general, como seres humanos tendemos a vivir en el error de lo bueno y lo malo no??, bueno no se mucho de esas cosas pero creo que inclusive llegar a considerarse "neutral" en algo, lo tachamos de "bueno o malo".

Javier Angulo dijo...

Mi materia favorita desde que era niño ha sido la historia, pero la verdad es que la manera en que nos la enseñan en las escuelas deja mucho qué desear, y peor es la forma en que la mayoría de la gente la adopta como verdad absoluta sin el menor de los criterios. Muchas fueron las discusiones que tuve con maestros y que no llegaron a ningún lado. Tienes razón en lo que dices acerca de Juárez. A mí en particular me llama mucho la atención cómo se recalca, cada vez que se le menciona, que era indio y además zapoteco. Para que luego digan que no hay racismo en México.