martes, 2 de abril de 2013

Depeche Mode: oscura cachondería

Su ausencia discográfica no resultó tan prolongada como la de David Bowie. Depeche Mode “sólo” se tardó cuatro años para poner en circulación su nuevo álbum, Delta Machine, luego del estupendo Sounds of the Universe de 2009.
  ¿Ha valido la pena esperar un cuatrienio? Por suerte la respuesta es afirmativa, porque Delta Machine es un trabajo que sin ser una obra maestra –es decir, no estamos ante un nuevo Music for the Masses (1987) o a un equivalente de Violator (1990) o de Songs of Faith and Devotion (1993)–, sí está cercano en calidad, digamos, al Exciter (2001) o al Playing the Angel (2005).
  Con diez temas de Martin Gore y tres de David Gahan, el nuevo plato nos remite a ambientes oscuros y sensuales. La cachondería de Depeche Mode vuelve a estar presente a lo largo de los trece cortes que lo conforman; no obstante, esa característica que los unifica no quiere decir que se trate de un álbum repetitivo y monótono. Todo lo contrario. Las canciones poseen la virtud de ser muy diferentes entre sí (nada hay en común, desde un punto de vista musical, por ejemplo, entre la bluesera y misteriosa “Slow” –mi pieza favorita del disco– y la muy synthpopera y simpática “Soft Touch/Raw Nerve”, como no lo hay entre la sequedad minimalista de “My Little Universe” y la exuberancia dramática de “Alone”).
  Lo anterior no significa tampoco que Delta Machine sea una colección de composiciones deshilvanadas. Cualquiera de ellas suena a Depeche Mode, de eso no cabe duda. Ahí están joyas como “Angel”, “Heaven”, “Broken”, “Should Be Higher” o “Goodbye” para demostrarlo. Lo que hay es una producción que les da un aire de independencia temática y de variedad estilística.
  Si algún pero podríamos ponerle al disco es que de pronto puede caer en la solemnidad. Pero, Gore y Gahan tampoco se han distinguido a lo largo de los años por su humorismo. En cambio, hay varios momentos dulces y conmovedores (“The Child Inside”) y otros intensos y sublimes (“Secret to the End”).
  En síntesis: un gran disco.

(Publicado hoy en mi columna "Gajes del orificio" de la sección ¡hey! de Milenio Dario).

2 comentarios:

El Hombre Mojón dijo...

Me parece un buen y sólido trabajo, pero considero que se han quedado un tanto estancados musicalmente desde Playing the Angel y Sounds of the Universe, pues no se nota mucha la diferencia respecto a aquellos discos. Por cierto, ¿sabes dónde puedo conseguir el viejo especial de La Mosca de Depeche? Mi hermano tiene un ejemplar, pero me gustaría tener uno, digamos, de repuesto. En varios lados abundan ejemplares repetidos de otras ediciones (U2, Metallica, Sex Pistols), pero, por alguna razón, el de Depeche es bastante difícil de conseguir...
Un saludo

BartoSompson dijo...

yo tengo pero no presto ja